El Celta prevé dos temporadas de contención para liberarse de la mochila salarial del pasado

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

El club vive tiempos de cambios y en materia económica, está pagando la herencia que viene de atrás

18 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta vive un momento de cambio colectivo y en materia económica, pese a seguir con deuda 0 y un patrimonio neto positivo, está pagando la herencia del pasado en materia de plantilla. El escenario que dibuja el club apunta a dos temporadas con ajustes para terminar de liberarse de la mochila de la carga salarial.

En ese sentido, tiene claro que en política de fichajes el plan a seguir es el de este verano: pocas incorporaciones, pero que marquen las diferencias. La clave, como demuestra la renovación de Claudio Giráldez, es la apuesta por los jugadores de casa y solo buscar fuera los puestos en donde el club no haya fabricado jugadores de garantías. En esta hoja de ruta se calcula que en dos años las ventas a 30 de junio podrían no ser necesarias.

Dentro de los ingresos, el club sostiene que Galicia Sports 360 y Balaídos le deben dar un impulso. En este sentido, esperan explotar mucho más el estadio para todo tipo de eventos. Que el campo no abra solo 19 días al año.

Reservados 600.000 euros del tope salarial para la renovación de los canteranos y los cedidos se llevan 11,5% del límite

El Celta cuenta para esta temporada, al menos hasta el mercado de invierno, con un límite salarial de 77,6 millones de euros, una cantidad que está prácticamente consumida. Únicamente el club se guardó 600.000 euros para las renovaciones de las perlas de la cantera. Dos de ellas, Damián Rodríguez y Hugo Sotelo, son los que han renovado hasta la fecha y ahora falta de oficialización de Hugo Álvarez y Javi Rodríguez.

Dentro de ese límite salarial en curso, los cinco jugadores que el Celta tienen cedidos se llevan el 11,5% del mismo. Es decir, que Manu Sánchez, Unai Núñez (por el que el Celta ya pagó seis millones al Athletic el pasado verano para hacer efectiva la compra), Carles Pérez, Carlos Dotor y Miguel Rodríguez les cuestan a los vigueses 8,9 millones. Tenerlos cedidos, para el club, significa mantenerle su valor de mercado y al mismo tiempo, tener la oportunidad de repescarlos el próximo 30 de junio. El pasado verano, el excedente de jugadores fue uno de los principales problemas en la planificación.

Para fichar en enero, salidas

Con el límite salarial al tope, si el Celta necesitase realizar alguna operación en la ventana de invierno solo tiene una salida: vender a algún jugador para poder hacerle sitio dentro del déficit. La otra vía de escape sería una hipotética lesión de larga duración. En este caso, la LFP permite gastar un 70% de los emolumentos del futbolista lesionado. Para poder cuadrar el límite salarial, resultó clave la apuesta por los jugadores de casa, que rebajaron de un modo considerable las cifras, y que los únicos tres fichajes fueron dos futbolistas cedidos y otro que llegó libre -caso de Marcos Alonso-.