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El Celta disparó en cinco ocasiones entre palos, todas ellas clarísimas, y solo pudo marcar un gol, mientras el Madrid hizo dos tantos con tres tiros
20 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La falta de pegada del Celta, que contrasta con la del Real Madrid, decantó la balanza ayer en Balaídos en favor del equipo visitante, gran bestia negra para el cuadro celeste. Los vigueses pudieron adelantarse en dos ocasiones con otras tantas llegadas claras de Williot Swedberg, especialmente una de ellas, pero el internacional sueco sub-21, que luego se redimió marcando, no está pudiendo hacer gala de un tiempo a esta parte de aquella sangre fría que le caracterizaba cuando se plantaba ante la portería rival. Suyo fue el único tiro a puerta local en el primer acto, por dos de los de Ancelotti, uno de ellos convertido en gol por Mbappé.
Hasta verse por detrás en el marcador, los vigueses tenían el partido controlado y buscaban el primer gol. Pero el tanto encajado descompuso a los locales y les costó más volver a acercarse al área rival y romper el ritmo rival. En total, fueron cinco tiros locales y siete visitantes en los primeros 45 minutos. Borja Iglesias llegó a enviar un balón al fondo de la red, pero acción estaba invalidada por fuera de juego.
En el global del partido, los vigueses le dieron la vuelta a la estadística de la primera mitad. Acabaron con un total de trece tiros, cinco de ellos a puerta, por diez y tres, respectivamente, del conjunto blanco. Williot consiguió empatar con su segundo tiro entre los tres palos, mientras que Jonathan Bamba tuvo dos y uno de los futbolistas que entraron desde el banquillo, Alfon González, también protagonizó un intento de poner a prueba a Courtois.
«Hemos creado muchísimas más ocasiones que ellos», decía Fran Beltrán a la conclusión del partido. Sin embargo, al tanto de Mbappé se sumó en la segunda parte el de Vinicius poco después de que los vigueses hubieran igualado la contienda. Los célticos pusieron en aprietos a los blancos y buscaron el gol hasta el último instante del descuento, con una buena ocasión de Tasos Douvikas para haber salvado un punto.
Pero la pésima racha de los célticos contra el Real Madrid parece interminable: más de diez años desde la última vez que, con Luis Enrique en el banquillo y en la penúltima jornada de liga, se llevaron los tres puntos ante este rival.