Marián Mouriño: «Me gustaría ver la camiseta del Celta en una final, de Copa, por ejemplo»
GRADA DE RÍO
La presidenta del club vigués quiere consolidar su proyecto y ve Europa como un camino. Asegura además que renovará a Iago Aspas «cuando él quiera»
30 oct 2024 . Actualizado a las 19:54 h.Marián Mouriño Terrazo (Madrid, 1975) lleva algo más de un año al frente del Celta. La primera presidenta de la historia le ha dado un cambio radical a la institución, pero siempre tuvo claro que lo que pasa en el campo es lo más importante. Por eso ahora repite que están construyendo un proyecto de la mano de Claudio Giráldez y que volver a Europa es un camino a recorrer. Lo mismo que ilusionarse con una final de la Copa del Rey. El programa de mínimos es un lugar entre los 10 primeros en la tabla, lo que marca el límite salarial. En lo económico, matiza que hay otros caminos para equilibrar el presupuesto más allá de los 34 millones previstos inicialmente en ventas.
—¿Cómo ve la situación deportiva?
—Con la misma ilusión de disfrutar con ese fútbol que nos gusta a todos, con la apuesta de Claudio por la cantera, con la afición superenganchada y confiando.
—¿Hay preocupación después de ganar un partido de los últimos seis?
—No. Sabemos que es un proyecto que estamos construyendo de la mano de Claudio. Estamos todos con ambición y con ganas de querer disfrutar y conseguir más, pero sabemos que es un proceso y que en el fútbol no vas a ganar ni a perder todos los partidos. Hay momentos, hay partidos y hay que pasarlos.
—¿La apuesta por la cantera es por convicción, por necesidad o por las dos cosas?
—Yo creo que la apuesta por la cantera es una herencia que recibo con muchísimo orgullo. Creo que es una apuesta del presi (Carlos Mouriño) de muchos años y que yo veía que necesitaba un impulso más, un impulso diferente en donde se uniera toda la dirección deportiva desde la cantera hacia arriba. Con esa idea se trajo a Marco Garcés y con esa idea trabajamos. Tenemos el convencimiento claro de que todo el club tiene que trabajar para potenciar y conseguir que más jugadores de la cantera lleguen arriba.
—¿Por límite salarial, el Celta tiene que ser un equipo de mitad de tabla?
—Por límite salarial, tiene que estar en el noveno puesto. Creo que si llegamos a conseguir esa competitividad que buscamos y ese punto, deberíamos estar siempre mirando hacia arriba. En cualquier ámbito que tú gestiones tienes que tratar de conseguir con tus recursos quedar por encima de lo que tus recursos te dan. Es la manera de optimizar lo que tienes.
—¿Qué puesto firmaría a final de temporada?
—Mirando hacia arriba, entre los diez primeros.
—Subiendo un poquito el puesto del límite salarial supone estar en Europa, ¿es un sueño, un objetivo o un reto?
—Yo creo que es un camino. Tenemos que consolidarnos primero. Es el primer año de Claudio, estamos en esa transformación del proyecto deportivo basado en la cantera, creo que hay chicos que están creciendo y creo que veremos cosas bonitas. El camino sería estar en algún momento en Europa.
—¿Ve al equipo verde o si se dan las circunstancias puede pelearlo?
—No es que lo vea verde. Hicimos una apuesta por comprar jugadores todos de fuera y ahora se ha transformado y los canteranos están cogiendo peso con el equilibrio de los jugadores de fuera y esas cosas se van construyendo. Claudio siempre lo ha hecho así, lo hizo en el Fortuna. Siempre dice que va construyendo los proyectos y, después de la primera vuelta, ya tiene una idea de lo que el equipo puede dar y creo que lo estamos edificando juntos. Para mí, es un camino.
—Usted ya ha vivido un Celta europeo y es un sueño muy bonito.
—Siempre estar en Europa es un sueño bonito para nosotros, para la afición, para los jugadores y nos gustaría volver a verle.
—La Liga está intentado llevar un Barça-Atlético a Miami. Si el Celta tuviera que jugar fuera, ¿a qué lugar le gustaría llevarlo?
—Me gustaría llevarlo a Argentina, México, Uruguay... Son los países donde más gallegos hay en la diáspora y si tuviéramos que salir, me encantaría en donde más afición tengamos.
—¿Le gustaría ver la camiseta celeste en alguna ciudad o en un estadio concreto?
—No, a mí me gustaría verla en alguna final. No me importa el estadio.
—Por ejemplo, final de....
—Pues en una final de la Copa del Rey, por ejemplo.
—Antes hablaba del camino a Europa y el camino a una final de Copa es más corto.
—Siempre es corto e ilusionante. La Copa es un torneo que le gusta mucho a la afición, que nos gusta a nosotros, que les gusta a los jugadores. Hay que pelear partido a partido para ir pasando rondas y ojalá nos podamos ver ahí.
«No me gusta depender de las ventas para equilibrar»
El Celta someterá a la aprobación de los accionistas un presupuesto que contempla la venta de jugadores por 34 millones. La presidenta matiza que lo que indica el documento es que el club necesita ese dinero para evitar pérdidas, pero que no tiene que alcanzar esa cifra a costa de los jugadores en su totalidad.
—El presupuesto dice que hay que vender por 34 millones, ¿es realista?
—El presupuesto no dice que tienes que vender por 34 millones, dice que para empatar y no tener pérdidas tienes que conseguir 34 millones. Que se pueden hacer de ventas, pero también todo lo que consigas optimizar por ingresos extraordinarios o por ahorro de costes te baja esa cifra. Tenemos que hacer el mayor esfuerzo entre conseguir ingresos y equilibrar gastos, y hacer algo de mercado, para evitar que sea otro año de pérdidas.
—¿No tiene un punto de contradicción que tenga que vender si quieren crecer, porque lo lógico es que vendan a los mejores?
—No es un tema de contradicción, pero sí que tenemos que ir aligerando. El plan estratégico se basa mucho en eso, en cómo hacer que entre lo que ingresas y lo que te cuesta, esos 34 se reduzcan y llegues a equiparar y que no sea una obligación que tenemos hoy todos los clubes. Eso te obliga a vender a los mejores jugadores o a un proyecto que no hubieras vendido en otro momento. A mí no me gustaría depender de eso (las ventas) aunque lo hayamos hecho en los dos últimos años, y tenemos que ir trabajando para que esa gap sea mucho menor.
—¿Cuándo va a renovar Iago Aspas?
—Cuando él quiera.
—¿Tiene alguna fecha, ha hablado con él del tema...?
—Con Iago hablamos bastante, creo que está esperando y, cuando él quiera, ya sabe que nosotros tenemos las puertas abiertas y estamos esperando.
—¿Lo ve proclive?
—Yo creo que él quiere estar en el club. Es un jugador y persona de club. Yo estoy segura de que él quiere estar aquí.
—¿Está respondiendo Marco Garcés a las expectativas?
—Yo estoy muy contenta de lo que estamos viendo. Cada vez vemos debutar a chicos más jóvenes en las categorías, tenemos a cadetes jugando en juveniles, a los juveniles siendo incluso titulares en el Fortuna, y del filial para el primer equipo. Yo creo que estamos empezando a ver ya los resultados de esa aceleración de procesos.
«Tener el estadio por 50 años para explotar nos daría estabilidad»
Conexión con la comunidad y sintonía con las instituciones. Estas son las dos grandes señas de identidad de la gestión de Marián Mouriño al frente del Celta. La presidenta no quiere perder ese celtismo de calle y está encantada con la afición, pero también con la respuesta de las instituciones. Fruto de las buenas relaciones con Abel Caballero, el club está a punto de firmar un nuevo convenio de Balaídos por 50 años.
—¿Qué Celta se encontró?
—Me encontré un Celta sólido y estable, con 12 años en Primera y con un proyecto de cantera. Me encontré un Celta que necesitaba abrirse a la afición y a todo, recuperar esas relaciones institucionales que creo que nos hacen más fuertes y nos pueden ayudar a crecer. Me encontré un club con muchas cosas buenas y otras que mejorar.
—Su imagen en Peinador, cuando fue a recibir al equipo de Las Palmas como una aficionada más, resume lo que quieren en esta nueva etapa, estar más cerca de la gente.
—Siempre he dicho que antes de presidenta soy celtista, lo llevo desde la cuna, lo he sentido estando muy cerca de las peñas y la afición y la verdad es que no me gustaría perder esa cercanía ahora ostentando este cargo. No quiero perder ese celtismo de calle, es lo que transmito, lo que siento y creo que es lo que le gusta a la gente.
—¿Por qué tenía claro que la conexión con la comunidad era esencial en su proyecto?
—Porque nunca dejé de escuchar al celtismo. Aunque estuve fuera del club unos años, siempre mantuve la relación con las peñas, con amigos y compañeros de grada en Segunda, sobre todo. Para mí, fue casi una obsesión al entrar al club y la incorporación de David (González) al área social me ayudó muchísimo. Todo el mundo empezó a entender que era muy importante para mí y para el Celta recuperar ese celtismo, escucharlo, respetar la lengua, entender su identidad, sus raíces y centrarnos en eso para ganarnos esa confianza que yo, la verdad, estoy supersatisfecha y emocionada cada vez que los veo.
—¿Cómo fue el acercamiento con el Concello de Vigo?
—Fue fácil. Yo creo que el alcalde tenía ganas de reconciliarse y estar cerca del Celta, y yo tenía ganas de que el Celta estuviera cerca del alcalde y del Concello. No nos costó mucho, fue poner en común, yo explicarle el proyecto que quería, lo importante que era para mí llevarme bien con todas las instituciones y que entendieran que quiero hacer un Celta sólido en Vigo, que quiero crecer en Afouteza y que quiero mantener A Madroa como punto de esa fábrica de captar a jugadores y, ahora, jugadoras. Hablando claro, siendo sincera, cercana y acercándome a él, quitando ese asiento vacío que nos separaba en Balaídos, dando esa muestra de que las cosas iban a cambiar.
—¿Y cómo se entiende con el resto de instituciones y fuerzas?
—Con naturalidad y sinceridad. No sé si he tenido la suerte o, no sé, la verdad es que he hablado con todos, les he contado las cosas y me han aceptado, lo han creído y se han unido al proyecto. Todos quieren ayudar al Celta.
—¿Para cuándo el nuevo convenio de Balaídos?
—Son trámites que llevan tiempo, porque tienes que redactarlos y que todo sea legal, pero yo creo que la intención, como lo ha dicho el alcalde y nuestra, es que sea cuanto antes.
—¿Qué cambios tendrá con respecto al escenario actual?
—Lo que queremos es que nos dé estabilidad y solidez. Al final, es firmar 50 años de tener ya el estadio para nosotros y poderlo usar y explotar de la forma que queramos, que ya lo estamos haciendo. La verdad es que ahora, con esta colaboración, hemos encontrado facilidades.
«Mi padre se dio cuenta de que yo tenía que hacer mi proyecto y él, echarse a un lado»
Comparten el apellido Mouriño, pero el proyecto de Marián poco tiene que ver con el que dejó Carlos. La hija, que realizó un cambio radical en el club, resalta que su padre entendió el momento de echarse a un lado.
—¿Eran necesarios tantos cambios? ¿Puede haber más?
—Cuando entras con un proyecto, lo tienes que hacer tuyo, y para eso tienes que encontrar a la gente que te siga. Para mí, era muy importante que las personas que me acompañasen, tanto en el consejo de administración como los directores, creyesen en lo que yo les contaba y lo que quería conseguir para el club y cómo quería crecer. No fue porque unos fueran mejores y otros peores, sino que es tu gente, con la que comienzas este camino y este proyecto juntos. La que se suma y quiere pelear contigo con la ilusión de llevar el Celta a más. Nunca puedes asegurar que no pueda haber más cambios, pero en principio estamos bastante estabilizados.
—Es una ruptura con un proyecto que lideraba su padre, Carlos Mouriño, y eso lo hace más visible.
—Creo que cuando haces los cambios con respeto al legado se entienden. Es un cambio generacional, por edades y por formas de ver y entender al celtismo. Creo que se ha hecho con mucha normalidad y, sobre todo, con mucho respeto y cariño.
—¿Cómo lleva Carlos Mouriño estar en la segunda línea?
—Bien. Le costó mucho dar ese paso a un lado. Creo que para él el Celta lo fue todo y vivía para el Celta. Sigue siendo uno de los celtistas más impresionantes que yo he conocido, pero ahora ya sabe cuál es su rol, va a los partidos y lo disfruta de otra manera. Está pendiente de mí y me imagino que pasándolo mal cuando sabe que su hija lo está pasando mal.
—¿Tienen diferentes pareceres en sus decisiones?
—No, él siempre ha sido respetuoso. Entiende mi proyecto y sé que me apoya, pero no entramos en el detalle de las decisiones.
—Su última aparición fue en las horas previas al partido de leyendas del centenario y luego ya no fue al encuentro. ¿Ese fue el punto de inflexión?
—No creo que haya sido ese momento. Él se dio cuenta de que yo tenía que hacer mi proyecto y él, hacerse a un lado. Fue una decisión que yo le agradezco muchísimo. Entendió que el proyecto lo tenía que liderar sola y seguir mi rumbo.
«En Tameiga no habrá miniestadio, lo hemos relocalizado por la urgencia»
Cambio de planes en el proyecto de GS 360. El miniestadio para el Celta Fortuna y As Celtas no se levantará en los montes de Tameiga, sino que irá en el otro extremo de la Cidade Deportiva Afouteza actual, en terrenos de la parroquia de Pereiras. El cambio se realiza para poder contar con el campo en la temporada 26/27, algo que sería imposible en el lugar designado en primer lugar, donde sigue vigente la idea de edificar el pabellón. En ese sentido, Marián Mouriño espera alcanzar un acuerdo con los comuneros de Tameiga tras explicarles su proyecto.
—¿Qué significa para el Celta como entidad el proyecto GS 360?
—El crecimiento. Tu ciudad deportiva también te hace una diferencia cuando fichas a un jugador, quieren ver cómo es, te hace más competitivo tener una ciudad deportiva en condiciones. Envolviéndonos todo en un entorno de fútbol, creo que nos va a dar mucho potencial para crecer. Creo que es el futuro del Celta.
—¿Por dónde pasa la inversión?
—Se tiene que gestionar con cabeza y sin poner en riesgo al club en la parte deportiva con un proyecto económico que sustente la viabilidad.
—¿Tienen indicios de cuándo pueden aprobar el PIA (Proyecto de Interés Autonómico?
—Estamos trabajando para ello, espero que pueda ser a final de este año aunque vamos un poco contrarreloj. Nos queda algún informe por conseguir, pero todo está muy encaminado.
—¿El informe negativo de la Confederación Hidrográfica puede paralizar un poco?
—No es un informe negativo. Es positivo en tres puntos y en uno, reclama una ampliación del informe en el que justifiquemos la afectación de las aguas de uno de los pozos.
—Queda pendiente la parte de los terrenos de Tameiga, ¿puede haber negociación o tendrán que pasar a la expropiación?
—Mi intención es negociar, sentarme con ellos y explicarles el proyecto, que vean la importancia. Primero, quería entender muy bien en la situación legal en la que estábamos. Las puertas están abiertas y tengo confianza de que algo conseguiremos para que esto se lleve adelante.
—El pabellón y el estadio, que se pretenden construir en ese comunal, ¿son tan importantes para el proyecto o son prescindibles?
—En la gota de Tameiga había un Arena y un miniestadio, pero como vimos que en la fase del PIA iría para cuatro o cinco años, porque habría una expropiación y tardaríamos más, lo que hemos hecho es relocalizar ese miniestadio para que venga aquí. Será de 4.000 espectadores, iluminación para el Primera RFEF y para que jueguen As Celtas. Hemos relocalizado el miniestadio por la urgencia y el Arena queda para una segunda o tercera fase. En Tameiga no habría estadio.
—¿Qué plazos se manejan para iniciar y acabar la segunda fase?
—Si el Plan de Interés Autonómico saliese en diciembre, tienen que pasar 45 días para los permisos y todos los trámites y en enero o febrero estaríamos empezando obra. Nosotros queríamos comenzar la temporada 26/27 con el miniestadio allí y la formación profesional en las aulas. Todo un reto.
«Se apostó por un límite por encima de lo que generábamos»
Gastar los fondos de CVC y la fuerte apuesta por una costosa plantilla para dar un salto son los dos aspectos que Marián Mouriño considera como claves para entender los 30 millones de pérdidas de los últimos años. Frente a esto, apuesta por volver a una senda económica sostenible.
—¿A qué cree que son debidas las pérdidas de 30 millones en los últimos cuatro años y cómo se llegó a eso?
—Yo creo que es debido a dos temas. El primero es que cuando entran los fondos de CVC, te dejan excederte un 15% de lo que tienes en tu límite salarial. Los equipos nos lo hemos gastado, pero al final no lo generas, entonces, cuando tú gastas por encima de lo que generas, pues vas acumulando pérdidas. Otro es que los derechos televisivos han caído. Teníamos años de llegar a 50 y tantos millones y ahora ya estamos en 47. Esos 6 o 7 millones que hemos bajado de ingresos también es difícil recuperarlos. El Celta creo que hizo una apuesta importante con un asesor deportivo externo que nos diese ese salto para mirar a Europa, hacernos con jugadores contrastados y con promesa, nos excedimos en ese límite salarial y no se dieron los resultados deportivos. Eso te desequilibra mucho, porque te haces con una plantilla cara que, al final, no te da resultados en el césped y en esa balanza la tienes que recuperar, pero eso hablábamos de volver a una senda de mucha más consistencia económica.
—¿Cuando llegó se encontró con sueldos desorbitados?
—Se apostó por un límite salarial por encima de lo que nosotros generamos gracias a que tenemos fondos propios positivos y que pudimos ponerlo todo en el campo, pero hubo apuestas que no salieron ni en el campo ni fuera.
—¿Fue un fiasco Luís Campos?
—Fue una apuesta de una asesoría externa que te pudiera llevar a ese salto de plantilla más competitiva, pero creo que no se dieron las circunstancias o a lo mejor no se le dedicó el tiempo que tendríamos que tener juntos para que eso hubiera funcionado.
La presidenta descarta una venta y se pone como mínimo un lustro al frente del club
Marián Mouriño descarta la venta del Celta y cifra en cinco años, el tiempo sobre el que girará el Plan Estratégico, el tiempo mínimo durante el que estará al frente de la entidad.
—¿Una venta del club estaría sobre la mesa?
—Para nada.
—¿Cuántos años se ve de presidenta?
—Acabamos de terminar un plan estratégico de 5 años que presentaremos en breve en la Junta General de Accionistas y a nuestros colaboradores dentro de casa, primero. Me pongo ese primer reto. Y ese objetivo a medio plazo.
—Rafa Benítez fue su primera y gran apuesta, ¿se arrepiente?
—En la vida no te puedes arrepentir. Hay que tomar las decisiones que crees que son las buenas en el momento que son. Sigo pensando que en el momento que me hago cargo del club, era el centenario, no habíamos tenido nunca a un entrenador contrastado como Rafa Benítez y creía que ilusionaba al celtismo y que teníamos una apuesta a nivel plantilla en lo económico que podía darnos ese salto a nivel deportivo. Con esa ilusión se ficha a Rafa Benítez, pero cuando un proyecto no funciona, hay que tomar medidas y reorientarlo a lo que crees que puede encajar más.
—¿Claudio Giráldez es como pensaba cuando apostó por él?
—Con Claudio quise hablar mucho con él desde que llegué. Quería escucharlo, ver cómo veía él a la cantera y al club y siempre me dio esa sensación de que estaba preparado para asumir más retos. Teníamos a Rafa y no era el momento, pero sabía que estaba ahí, creía que era una apuesta que podía ser acertada y en cuando hubo la oportunidad, se le dio.
—¿Temía que se pudiera marchar en otro escenario?
—Siempre temes que si no le das la oportunidad del primer equipo y él se ve preparado, pueda tomar la decisión de irse, pero creo que él ha demostrado que su prioridad siempre es estar aquí.
—Hablan mucho, ¿él intenta imponer sus tesis, cómo es la relación?
—Hablamos mucho. Soy franca, me gusta hablar con la verdad y me gusta escuchar a la gente. Soy una persona con la que se puede hablar, dialogar. Suelo comer con Claudio (Giráldez) y con Marco (Garcés) una vez al mes para poner en común temas y debatimos en algunos. Ellos hablan más que yo de fútbol, pero me gusta aprender y que me escuchen, pero sobretodo que esté implicado en lo que quiero para el club.
«Gabri es un chico al que le tenemos mucho cariño, siempre va a tener las puertas abiertas»
Marián Mouriño califica a los nombres propios del celtismo, del fútbol actual y de la Galicia institucional. Define a Iago Aspas como un jugador «irrepetible» y le abre las puertas del regreso a Gabri Veiga. Considera a Claudio Giráldez el estandarte del proyecto del Celta.
—Vlado Gudelj.
—Es carisma.
—Javier Tebas.
—Un buen gestor de la Liga.
—Florentino Pérez.
—Un gran gestor de su institución y de su equipo.
—Joan Laporta.
—Carismático.
—Vinicius.
—Espectácular, es muy buen jugador en el campo.
—Mbappé.
—Creo que le ha dado valor a la Liga.
—Lucas Pérez.
—El Iago Aspas del Deportivo.
—Iago Aspas.
—Irrepetible, el mejor que ha tenido y tendrá el Celta.
—Gabri Veiga.
—Un chico al que le tenemos mucho cariño, un canterano que siempre va a tener las puertas abiertas.
—Abel Caballero.
—Alguien con el que me ha dado mucho gusto recuperar la relación.
—Alfonso Rueda.
—Un buen presidente de la Xunta que entiende nuestro proyecto y que lo está apoyando.
—Claudio Giráldez.
—Es el estandarte y lo que representa el futuro y este proyecto del club.
—Mostovoi.
—El ídolo de mi generación y alguien muy representativo para el Celta y para los que vivimos ese EuroCelta.
—C. Tangana.
—Creo que nos ha ayudado a despertar esas raíces, esa entidad y esa poesía que le dedica a su padre por medio de ese himno que nos toca a todos el corazón. Nos ha ayudado a transformar y a sentir el Celta de otra forma.