Marcos Alonso, el otro líder del Celta

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

El central, que jugó más en Vigo que en dos años en el Barça y que tiene la renovación garantizada, brilla y aumenta el rendimiento de sus compañeros

28 feb 2025 . Actualizado a las 19:39 h.

Marcos Alonso Mendoza (Madrid, 1990) se ha convertido en el fichaje más rentable del Celta en mucho tiempo. El zaguero, el más laureado de largo de toda la plantilla celeste, podría ver al conjunto vigués como una estación de paso camino de su jubilación, pero llegó a Vigo con todas las ganas del mundo, exhibiendo compromiso y rendimiento desde el primer partido hasta convertirse en uno de los líderes del equipo, conjuntamente con Iago Aspas, y provocando que jugadores como Carl Starfelt, que el curso pasado estuvieron bajo la lupa, diesen un paso al frente.

El pasado viernes, ante el Osasuna, el madrileño impartió una clase magistral del corte y dominio del juego defensivo, brilló en la salida de balón y repartió un par de asistencias de primer nivel. Lo mejor para el cuadro celeste es que ya se puede considerar renovado de facto y estará en Vigo, al menos, una temporada más.

Llegar al Celta se convirtió en un cambio radical para Marcos, que desde el primer momento no quiso hacer diferenciación entre luchar por títulos y por la salvación. Siempre desvió el foco de ese aspecto: «La clasificación ya la miraremos a final de temporada, pero yo creo que el proyecto es bonito, con mucha gente joven y con ambición», indicó el día de su presentación.

El defensa llegaba después de jugar únicamente cinco partidos en su segunda temporada en el Barcelona, donde sumó 1.413 minutos en dos años. A estas alturas, ese registró ya lo superó en solo seis meses vestido de celeste, ya que después de la contienda ante el Osasuna, alcanza 1.620 minutos repartidos en 19 partidos de liga, número más que suficiente para asegurar la renovación opcional por un año más que aparecía en su contrato.

El que fue campeón de Europa con el Chelsea promedia 5,11 recuperaciones por partido, provoca 17 faltas en 19 partidos, ganó 92 duelos y comete menos de una falta por partido. En ataque, ha probado fortuna con 11 tiros a puerta en la liga, aunque su único tanto llego de penalti en la Copa en el Bernabéu, y recibió 15 faltas. Quizás su único talón de Aquiles sean las tarjetas: ya cumplió un ciclo de amarillas, vio la roja en Vallecas por entrar en el campo sin permiso y ahora ya encadena dos amonestaciones del segundo ciclo.

Pero, sobre todo, Marcos ha ayudado a ser mejores a sus vecinos de zaga. Carl Starfelt suscitó dudas la pasada temporada, porque el sueco era incapaz de encadenar dos buenos partidos y esta campaña, salvo el fallo ante Sorloth en el duelo del Metropolitano, está firmando una muy buena actuación. De la mano del madrileño también ha crecido Javi Rodríguez, que se ha convertido en el tercer eslabón habitual del centro de la defensa.

El exculé trata de relativizarlo todo. «Yo intento ayudar siempre a mis compañeros en los partidos y en los entrenamientos, poner mi experiencia al servicio de todos. Quizás estoy en un momento de mi carrera en el que, más que nunca, miro por el bien del equipo más que por el bien personal y todo lo que pueda hacer para ayudar al Celta a ganar, lo voy a hacer siempre», comentó en una entrevista a La Voz. De momento, ha sido parte fundamental para habitar en la tierra de nadie y tiene 13 partidos por delante para empujar hacia el sueño continental sin olvidar que el primer objetivo sigue siendo la salvación.