La delantera de Gondomar, con ficha de As Celtas B, marcó cinco goles en un solo partido con el primer equipo
04 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Emma Domínguez Héduy (Gondomar, 2004) fue la protagonista absoluta de la goleada de As Celtas ante el colista de Tercera Federación de fútbol femenino, el Parquesol (1-7). Jugadora con ficha del filial, era su primera titularidad y tras haber anotado cuatro goles en anteriores partidos, se anotó cinco de una tacada. «Es goleadora, pero tantos en un solo partido no recordamos. Y contábamos con que por el rival que era, habría goles, pero los esperábamos más repartidos», cuenta Aurore Héduy, la madre de la futbolista.
Aunque suelen acudir a sus partidos, en este caso no les fue posible y lo siguieron online. «Fue gracioso, porque iba con retraso y tenía una amiga, la mamá de Adri (Alonso), que nos iba dando el resultado por adelantado», relata. Con los dos primeros goles de su hija, ya estaba encantada, pero a partir de ahí, directamente, le costaba creerlo. «Fue increíble, una maravilla. Ya era una oportunidad que jugara de titular», constata sobre una oportunidad que aprovechó con creces.
Emma, que «no se creía» tras el partido que había firmado cinco dianas, llegó a As Celtas desde el Mos y tras haber pasado por el Lóstrego, después de iniciarse en el Gondomar de su localidad natal. «Se iba a ir de Erasmus a la República Checa y lo dejó por el Celta. El fútbol es su vida y era imposible decir que no a esa oportunidad, que es una maravilla por los medios técnicos y el nivelazo de las compañeras; un lujazo. No lo dudó», cuenta Héduy, francesa establecida en España desde 1991, sobre su hija, estudiante de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Le ofrecieron ficha B, pero con la posibilidad, que se dio, de estar en dinámica de primer equipo.
Su primer club, todavía en fútbol 7, fue el Gondomar F. B., donde hoy su técnico, Paco Rial la pone «de ejemplo» para sus jugadoras. «Me emociona hablar de Emma. Llevo 26 años en el fútbol femenino y es de esas personas que marcan, una buenaza, que parece que lleva la sonrisa dibujada en la cara. Y una gran futbolista, se veía que tenía madera, que le esperaba un gran futuro», destaca. La define como «trabajadora incansable desde pequeñita», una deportista que en los inicios necesitaba perfeccionarse técnicamente y que lo logró en sus siguientes clubes: «La han ido preparando poco a poco para nuevas metas».
A ojos de Rial, Domínguez «tiene velocidad, es rápida en los balones largos, hábil, lista, tiene regate sobre la marcha, una jugadora que todo entrenador querría tener». Y tampoco le falta la humildad: «Siempre que puede, viene a nuestros partidos. La veo detrás de la vaya y siempre bromeo con que si quiere saltar al campo. La animé siempre a que siguiera dando pasos en esto del fútbol. Estamos orgullosísimos de ella», añade. También de sus cinco goles: «Viendo el equipo que tienen As Celtas, con sus características y conociendo a Vicky (Vázquez), que ya la sufrí en el Coruxo y en fútbol sala, en El Olivo, es normal que golearan ante un rival así, pero esa cifra es un gran logro. Si juegas rápido, ella sabe cómo definir».
La actual capitana del Gondomar, Sabela Otero, es amiga de Emma desde que coincidieron allí. Feliz de sus éxitos, evoca los tiempos en que compartían vestuario: «Daba justo jugar a su lado, te ayudaba en todo, dejaba los espacios cerca, te facilitaba mucho las jugadas», recuerda. Se conocieron en el 2017, cuando ella llegó y Domínguez ya estaba allí. «Recibía a la gente con los brazos abiertos. Al principio, es algo reservada, pero se hace querer», añade. No le sorprende que esté yendo a más como futbolista. «Es una gran jugadora. No me extrañó nada que el Celta contara con ella».
De allí se fue a Lóstrego, donde la dirigió Gabi Couñago. «Tenía unas condiciones físicas por encima de lo habitual e intentamos explotarlas. Aquí evolucionó muchísimo. Fue mejorando técnicamente, igual que en la comprensión del juego», desgrana. También destaca su estatura y su velocidad. Además, «fue mejorando en la situaciones de remate, y con la altura que tiene, ahora en todas las acciones a balón parado hace muchísimo daño» , así como «con centros laterales, como el gol importante que marca este año al Deportivo en Abegondo», recuerda.
La ve como «una delantera diferencial si saben propiciar esas situaciones en las que es superior físicamente, porque es difícil encontrar defensas que la igualen en el juego aéreo o en velocidad». Y aunque recuerda que el Parquesol es «muy débil defensivamente», tiene claro que «los cinco goles hay que marcarlos» y muchas veces se tiende a la relajación en partidos así. «Ella es precisamente todo lo contrario, es muy trabajadora y no me sorprende. Además, entiendo que era una buena oportunidad para ella jugar de inicio y querría aprovecharla». Tampoco pasa por alto sus «ganas de aprender».
Andrés Moreira la tuvo en el Lóstrego B y la temporada pasada, en el Mos B, aunque ella ya jugaba con el primer equipo y bajó para el play-off en el que consiguieron el ascenso que hoy disfruta el filial celeste. «A nivel defensivo, siendo delantera, te da un trabajo increíble, no negocia un esfuerzo, pelea todos los balones y eso le da mucho al equipo». A nivel ofensivo, también destaca su velocidad, así como que «tiene la portería entre ceja y ceja y si le das un pase al hueco, es brutal, veloz e imparable. Como se pudo ver, tiene mucho gol».
El que hoy es segundo entrenador del Vilalonga recuerda que al principio le costaba más marcar. «Quería combinar más con el equipo y no explotaba mucho la virtud de la velocidad y no llegaba tan fácil a la portería. Ahora, la ves en el campo y todas las compañeras tienen claro que esa velocidad hay que aprovecharla, porque con el balón al hueco, es imparable», recalca desde el punto de vista de quien acude a A Madroa a verla siempre que sus propios compromisos futbolísticos se lo permiten. Difícilmente volverá Emma a marcar cinco goles en un partido, pero quienes la conocen auguran muchos más y mucho que decir en As Celtas más allá de este duelo para el recuerdo.
El fútbol ganó al patinaje
Cuenta su madre que Emma Domínguez compaginó durante un tiempo fútbol y patinaje y ambos deportes se le daban bien y los disfrutaba, pero cuando hubo que elegir, no había color. Los combinaba, pero la exigencia era cada vez mayor, también estaban los estudios y tuvo que elegir. Se quedó con el fútbol, por supuesto, aunque el patinaje también le gustaba mucho, señala Aurore Héduy. Y añade que el siguiente reto es el derbi frente al Deportivo B de este sábado: «Si juega en Balaídos, sería una maravilla, una experiencia más. Ya se verá si está convocada, pero sería una gran noticia. buena noticia»