El Celta Fortuna paga sus pecados capitales en Andorra (2-0)

El Celta Fortuna, con un Pablo Gavián convertido en un martirio para el Andorra, firmó una excelente primera mitad en el Estadi Nacional, pero como de costumbre, no aprovechó sus oportunidades. De hecho, los de Fredi Álvarez solo han marcado un gol (y testimonial) en las últimas cinco salidas. Esta falta de pólvora, unida a las licencias de cada semana han colocado al equipo a menos de un partido de margen de la zona roja. En esta ocasión, los errores llegaron en forma de mano innecesaria dentro del área de Andrés Antañón y de indecisión de Marc Vidal. Dos balones parados y dos goles para la décimo segunda derrota de la temporada.

Salvo en el inicio, el primer tiempo fue celeste. El Andorra salió a presionar alto y robó algún balón envenenado, pero los vigueses enseguida se ajustaron y comenzaron a cargar el juego por el flanco derecho en donde Gavián hizo estragos con sus subidas por el carril. De sus botas salieron las mejores oportunidades, en especial un tiro de Jordi Escobar al que llegó el portero local con la parada del día y un centro que remató Óscar Marcos de cabeza en el área pequeña pero demasiado centrado, lo que permitió a Nico poner el cuerpo para sacar la pelotas. Estos dos lances fueron los más claros, pero no los únicos porque Escobar también lo intentó desde la frontal y el propio Gavián no acertó con un remate claro. Todo era fruto del buen posicionamiento de la óptima presión celeste.

Pero todo cambió en la segunda mitad. Gerard Piqué, el presidente y algo más en el Andorra, bajó al vestuario, y su equipo volvió al campo más intenso, presionando alto y empujando al filial vigués a vivir muy cerca de su área. Estar sin la pelota es la peor medicina para el Celta Fortuna, que pagó dos errores individuales de bulto con la derrota. A los 50 minutos, en un saque de córner del Andorra, Antañón saltó con el brazo izquierdo estirado y una jugada sin ningún peligro acabó con penalti. Lautaro de León, el excéltico, ajustó el disparo al lado derecho de Marc Vidal y aunque el portero villarrealense adivinó el sitio, no pudo evitar el tanto que no celebró el que fue nueve celeste.

El portero céltico, que volvía a Andorra, fue el protagonista de la sentencia de la contienda. Juanda sacó una (cuando menos) cuestionable falta desde el pico del área izquierdo, y lo hizo por abajo en busca del remate de alguno de sus compañeros, pero nadie salió al paso del balón que terminó en el fondo de las mallas. En teoría, Marc Vidal era el que tenía que salir, pero le pudo la indefinición.

Aunque quedaba casi media hora y Fredi Álvarez cambió el sistema para prescindir de los tres centrales y colocó a Tincho en la banda derecha, el partido murió con el 2-0. El Celta Fortuna tuvo el balón pero una sola llegada clara, que sí tuvo el Andorra a la contra, y ahora está obligado a reaccionar el viernes ante el Sestao en Balaídos.

---

---

---