Tati Cruz: «No vamos confiadas, pero sí con confianza; hay que ir a machacarlas»

MÍRIAM V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

XOÁN CARLOS GIL

La futbolista canaria de As Celtas está segura de que el Valladolid no les pondrá fácil el ascenso, que se juegan este domingo dependiendo de sí mismas

03 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Tatiana Cruz Rodríguez, Tati (La Orotava, 2003), pone la salsa canaria a As Celtas, como le canta la peña del equipo, que también ha bautizado sus goles como tatinazos. Uno de esos tantos abrió el marcador frente al Olímpico de León el pasado domingo en el partido que les permitió depender de sí mismas mañana en Valladolid para lograr el ascenso directo a Segunda Federación. Ella asegura que el grupo no irá confiado, pero sí con plena confianza en conseguir el objetivo.

—¿Cómo vivió el triunfo del domingo, abriendo usted el marcador a los dos minutos?

—Preparamos el partido durante la semana sabiendo que era muy importante, que los dos equipos nos la jugábamos. Confiábamos en cada una de nosotras y tuve la suerte de empezar marcando pronto y que se nos pusiera de cara. Es verdad que el Olímpico apretó en la segunda parte y sufrimos, pero pudimos aguantar y dependemos de nosotras para ascender, que es lo que queremos.

—¿Esperaba ver A Madroa así, con más de mil aficionados?

—Desde el principio, se han volcado y confiado en nosotras, pero fue increíble ver la grada llena, gente haciendo cola fuera... Son el jugador número 12 y por ellos también hacemos lo que estamos haciendo.

—¿Cómo se sintió al marcar ese gol que ponía la primera piedra?

—Es cosa de todo el equipo, si no meto yo, mete otra y estamos orgullosas, lo haga quien lo haga. Tuve la suerte de ser yo, el equipo está confiando mucho en mí y se agradece. Me da más confianza en mí misma y autoestima.

—Con el 3-2, ¿temió que se les escapara?

—Me considero tranquila jugando al fútbol y siempre que algo se pone difícil, confío plenamente en sacarlo. Pero sí que sabíamos que si un equipo nos podía hacer daño en los últimos minutos, era el Olímpico. Al final, pudimos y supimos reponernos para ganar.

—E hicieron la machada de ganarles los dos partidos (0-4 allí).

—En el partido de allí en la primera vuelta tuvimos ocasiones claras y las rematamos, pero sabíamos que no podíamos ir confiadas. Jugamos de tú a tú y con esfuerzo y sacrificio, lo logramos.

—Ahora puede dar la sensación de que han hecho lo más difícil. ¿Cómo lo viven?

—Sabemos que todos los partidos son igual de importantes. Vamos a Valladolid sabiendo que ningún equipo ha podido ganar en su campo y queremos romper esa racha. Dependemos de nosotras y no queremos hacerlo más complicado. También sabemos que ellas no se juegan nada, pero van a poner las mismas ganas y actitud. Nosotras tenemos que ganar.

Oscar Vázquez

—Además, en A Madroa les ganaron 1-0 en los minutos finales.

—Sí, en un partido muy competido donde tuvimos las ocasiones, pero ellas también. Si ahora podemos ganar 0-3 para estar tranquilas, mucho mejor.

—No hay temor a la relajación.

—No, no nos lo permite el cuerpo técnico ni, sobre todo, nosotras.

—¿Está convencida de que lo van a conseguir?

—Es lo que queremos y tenemos confianza, pero sin ir confiadas. Son un equipo complicado, que no nos lo pondrá fácil, pero por nosotras y porque lo merecemos, vamos a ir allí a machacarlas.

—¿Cuál es su balance de la temporada a nivel individual y colectivo hasta ahora?

—De menos a más. Empezamos sin conocernos, en mi caso, a ninguna, y cada semana se notaba un aumento de la confianza. Hemos tenido rachas, como cuando no conseguíamos sacar los tres puntos fuera, pero fuimos corrigiendo errores, ahora estamos en muy buena dinámica y queremos rematarlo.

—¿Tuvo que ver el paso de Xisela Aranda por Tenerife con que una futbolista canaria llegara a un equipo formado en su mayoría por gallegas?

—Sí. Me contactaron Xisela, que estaba en Tenerife, y Mara (Jiménez), que era mi segunda entrenadora el año pasado. Luego, se puso en contacto Vicky (Vázquez) y me dieron desde el principio mucha confianza. Somos tres de fuera que nos sentimos gallegas con lo bien que nos tratan. Es un orgullo estar aquí.

—¿Le hablaron del ascenso como objetivo cuando le presentaron el proyecto?

—No se hablaba de eso como tal. Primero, nos teníamos que conocer entre todas y al cuerpo técnico e ir formándonos. A medida que pasa el tiempo, tenemos equipo para ello y el objetivo de ascender estaba ahí, esperamos conseguirlo. Pero lo que me plantearon era un proyecto bonito, ilusionante y siendo pioneras, que siempre es especial e importante. 

M.MORALEJO

—¿Le costó dar el paso?

—Pensaba que me iba a costar más, porque estaba en mi zona de confort, con mi familia, mis amigos... Estaba acomodada, pero en el fútbol no había sido mi mejor temporada y tenía ganas de salir, aunque no imaginaba que sería aquí. Ver que puedo hacer las cosas por mí misma y que gente que no me conoce confía en mí es un halago. Me lo pusieron muy fácil tanto jugadoras como cuerpo técnico. Estamos en familia.

—¿Tenía alguna referencia del Celta como club?

—Lo seguía lo normal, pero ahora, estando aquí, conozco mejor la historia que tiene, los ídolos que tiene. Es un orgullo estar aquí y queremos que As Celtas estén igual de representadas que el Celta masculino. 

—¿Cómo vivió la experiencia de jugar en Balaídos?

—Yo creo que cuando se lo dicen, no lo asimilas del todo al momento hasta que llega ese día, empiezan los nervios y pisas el césped. El primer partido, empezar ahí haciendo historia fue increíble, encima, ganando y con mucha gente viéndonos. Y el segundo, pues también, era jugar allí un derbi es un partido súper bonito, no tuvimos la oportunidad de ganar, pero también con el tiempo que hacía que estaba lloviendo y todo, saber que había tres mil y pico de personas ahí apoyándonos, ya sea ganando o perdiendo o empatando, es difícil de conseguir en otros equipos la verdad.

—¿Cómo valora el apoyo que reciben por parte de la afición?

—Desde el primer momento, han estado a tope con nosotras. Lo dije antes, son nuestras jugadoras número 12, si no hacemos las cosas por nosotras, las hacemos por ellos. Están si jugamos en A Madroa, si vamos fuera... Y que haya en el primer año de las Celtas una peña me parece ya bastante difícil de conseguir, pero que es un orgullo que nos estén representando y que hagan todo lo posible por ir a vernos.

M.MORALEJO

—¿Qué le parece que hayan bautizado sus goles como «tatinazos»?

—Es muy original. Al principio decía: «¡Ay, mi madre, qué vergüenza, tatinazo!». Pero ya he tenido la suerte de marcar varios goles en la segunda vuelta y es un orgullo que pongan mi nombre a un acto que hago al tirar de lejos.

—¿Cómo es su vida en Vigo?

—Vivo en un piso con Camila (Pescatore), Celia (Fontecha) y Nuria (Gómez), y también pasan mucho tiempo con nosotras Noe, Lara y Nara. Compagino los entrenamientos con un ciclo online de educación especial y también acabo de terminar el ciclo de entrenadora. Tengo que estar siempre haciendo cosas.

—¿Se ve en As Celtas el año que viene?

—Firmé un año y no sabemos todavía lo que va a pasar el año que viene, pero si fuese por mí, yo me quedaba en Vigo. Y si se puede quedar todo el resto de compañeras, también, porque la verdad que estoy muy a gusto.

—¿Se sabe la «Oliveira dos cen anos»?

—Sí (risas). Las compañeras me obligaron a aprenderla y claro que me la sé.

M.MORALEJO

La trayectoria de Tati

El primer deporte de Tati fue el baloncesto, en el colegio a los tres años, pero a los cuatro ya lo cambió por el fútbol y uno más tarde, comenzó en el equipo de su pueblo, el Orotava. Ahí estuvo hasta alevín de primer año, cuando se marchó a otro equipo de Tenerife, pero con vuelta tiempo después. Ya siendo infantil, probó suerte en el Tacuense, su primer equipo femenino tras jugar en mixtos. Pasó un lustro hasta fichar por el Granadilla, donde estuvo tres años, llegando a entrenar e ir convocada por el primer equipo, en Primera. Tiene una hermana menor que comenzó en este deporte siguiendo sus pasos y que es portera. Presume del apoyo incondicional de su familia: «Lo que haga con el corazón, siempre están ahí».