Antiviolencia propone una sanción de 350.000 euros al Celta y tres meses de clausura de Balaídos

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Imagen de la grada de Marcador durante el Celta-Rayo Vallecano del pasado mayo.
Imagen de la grada de Marcador durante el Celta-Rayo Vallecano del pasado mayo. Óscar Vázquez

La comisión denuncia que las vías de evacuación de la grada de Marcador estuvieron colapsadas durante todo el encuentro frente al Rayo y que se permitió el acceso a 36 personas sin control

18 jun 2025 . Actualizado a las 00:23 h.

La Comisión Antiviolencia ha acordado este miércoles proponer una sanción de 350.000 euros al Celta y la clausura por un período de tres meses del estadio de Balaídos por una serie de incidencias con motivo del partido contra el Rayo Vallecano. Se castiga así al club vigués «por no establecer las necesarias medidas de control de acceso y permanencia de espectadores e impedir que se ocupasen las vías de evacuación de la grada Marcador Bajo, que estuvieron colapsadas por aficionados durante todo el encuentro».

Asimismo, el castigo responde a «permitir que un empleado del club facilitase el acceso a numerosos aficionados desde la grada de Río Bajo a la grada de Marcador Bajo y, además, que se permitiese el acceso al estadio de un grupo de al menos 36 personas desde un portal de acceso de vehículos al interior del estadio hacia la grada de animación, todo ello sin ningún tipo de control ni observación de las condiciones de acceso (sin entrada o título válido y sin acceder por los tornos)». 

A primera hora de la mañana de este miércoles, el club vigués seguía sin haber recibido ninguna notificación de estas propuestas. Lo que sí les consta es que ni el acta arbitral ni el documento policial correspondiente a este encuentro recogían incidentes de ningún tipo. Es más, estaban especialmente satisfechos por el desarrollo completamente normal de una jornada en la que se congregó una importante cantidad de gente ya en las inmediaciones del estadio con la fiesta previa de fin de temporada y en una cita que había sido declarada previamente de alto riesgo.

El partido en cuestión, correspondiente a la jornada 37, se disputó en el estadio municipal vigués el pasado 18 de mayo, siendo el último como local de la temporada para el equipo de Claudio Giráldez, que ese día podía certificar el billete continental -aunque perdió y acabó haciéndolo en la última fecha-. Se dieron cita 21.482 espectadores, según los datos oficiales facilitados por el club. En la previa, además, había habido esa gran fiesta de fin de temporada -evento que se organizaba por segundo año consecutivo- y recibimiento al equipo. Todo había transcurrido con aparente tranquilidad y sin incidencias pese a la declaración de alto riesgo.

A lo largo de la temporada, el Celta ha aparecido en varias ocasiones en los escritos de denuncia de La Liga, pero siempre debido a cánticos ofensivos salvo en un partido, frente al Valladolid, en el que se dejó constancia del lanzamiento de objetos y el uso de bengalas en Balaídos. Nunca habían trascendido irregularidades como las que ahora salen a la luz del penúltimo compromiso del campeonato.

Si se confirma la clausura del estadio, no será la primera vez que el club vigués tiene que jugar como local en otro recinto en cumplimiento de una sanción. Se recuerda especialmente cuando en el año 1992, los incidentes en un Celta-Sevilla arbitrado por Díaz Vega se saldaron con un castigo durante dos partidos que el equipo disputó en Pasarón.