
Fernando Curty, abonado desde hace 33 años en una segunda etapa, ya iba a Balaídos en la tripa de su madre y guarda los carnés y otros tesoros celestes
23 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Fernando Curty es de esos celtistas que pueden presumir de haber acudido a Balaídos en la tripa de su madre. Ella y su padre son los responsables de una pasión que lleva acompañando a lo largo de toda su vida a este vigués de 62 años. «Elllos eran socios de Tribuna y los primeros recuerdos que tengo son de cómo de niño pasabas gratis con un adulto», rememora. Buceando en su memoria, aparecen también «las almohadillas de la Cruz Roja que alquilaban por diez pesetas y que al final del partido acababan en el campo». Incluso cuenta que los de Preferencia no tenían y «se las pasaba a través de las vallas a cambio de una propina». A partir de ahí, una lista de recuerdos y vivencias celestes que sigue creciendo.
Tuvo dos ejemplos diferentes de vivir el celtismo: «Mi padre, que llegó a ser el socio número 28, era muy tranquilo, de la vieja escuela, con el puro. Y mi madre era más vehemente, se enfadaba y hasta a veces, tiraba el bolso», cuenta divertido. Con ellos fue sin ser socio hasta los doce años y lo dejó cuando tocó hacer la mili. «No encontraba trabajo y tuve que esperar hasta el 92. Ahora llevo 33 años y seguiré hasta que me muera. Estuve en Segunda B y nunca me he planteado dejarlo», señala.
Guarda como oro en paño tanto todos sus carnés como varios de los de sus padres. «Me habían llamado para llevarlos al museo y les dije que no, que el museo está en mi casa», cuenta. En su vida, asegura, el Celta significa «todo», con las alegrías y tristezas que le ha supuesto. Entre las primeras, señala, la «reciente clasificación para Europa, las finales de Copa, aquel partido de semifinales en Tenerife con gol de Gudelj, los días de la Juve y el Benfica, meterle cinco al Madrid...», enumera. En el otro extremo, nada peor que el descenso a Segunda B: «Era un chavalín y me pegué un berrinche… No paraba de llorar».
Este twuit vai a ser o máis emotivo que escribín ata ágora, pai acabo de renovar o carnet do noso querido Celta, 32 anos seguidos xa, e que casualidade teño o numero 1155, xusto a hora que nos deixaches, seguro que estarás con mama sorrindo, os voto moitisimo de menos?? ??? pic.twitter.com/FfA3DlRWfM
— CURTY (@namdoviry) July 12, 2023

Hoy en día, lleva mejor las derrotas y disfruta cada vez más de los triunfos, con «mucha euforia». Y aunque ha reducido sus desplazamientos con el tiempo, nunca perdona Balaídos. «En la cafetería sí que me pongo muy nervioso, necesito estar en el campo», subraya. Allí ha visto jugar a muchos ídolos, empezando por Lezcano y, luego, Ademir. «Después, fue Mostovoi, y ahora, Aspas, para quién no», dice. Haberlos visto jugar es un tesoro en su memoria y los carnés, tesoros físicos que también colecciona.
Desde la perspectiva de llevar toda una vida siendo celtista, Curty está disfrutando mucho del momento actual de la afición. «Me encanta. Veo un celtismo que no veía antes, mucha implicación con la que me identifico», afirma. Porque él mismo también la ha tenido siempre y que le llevó a fundar la peña Fóra de Xogo en una primera etapa. Actualmente, pertenece a A Tapa Celeste; los conoció a través de Twitter, que celebra que le ha traído muchas cosas buenas en clave celeste: «He conocido a verdaderos celtistas, como yo o más, y he hecho varios amigos», detalla. Más tesoros celestes para él.