En su primera titularidad, el compostelano fue capitán ante su exequipo en un partido en donde no paró de ofrecerse y de presionar al rival
28 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Entre el déficit de entrenamientos de pretemporada de Borja Iglesias y su entendimiento de la propuesta celeste, para Claudio Giráldez pesó más lo segundo. «No tuvo una pretemporada al uso, pero es importante que pueda tener minutos desde ya. Aunque nadie está a su mejor nivel en el primer partido, sabe lo que queremos hacer y nos ha dado buenas sensaciones en los entrenamientos y en los dos ratos que ha jugado», decía el porriñés sobre su presencia en el once ante el Betis en la previa del partido de este miércoles.
El compostelano, retornado tras haber estado cedido por el conjunto verdiblanco, estaba, además, ante un partido especial. Frente su exequipo y portando el brazalete de capitán en ausencia -de inicio- de Iago Aspas, Iván Villar, Fran Beltrán, Carl Starfelt y Marcos Alonso. Porque el delantero fue una de la siete novedades en el once celeste tras esos «dos ratos» a los que aludía su técnico en las dos primeras jornadas: 23 minutos ante el Getafe y 16 frente al Mallorca.
No era un escenario fácil el que se le presentaba ante su anterior club. No escatimó en la lucha que le caracteriza y se implicó para ayudar en defensa ante las pocas posibilidades en ataque. Con un equipo celeste en bloque bajo durante la primera parte, se le complicó inquietar la meta defendida por Álvaro Valles, que, no obstante, despejó un pase filtrado de Borja a Pablo Durán, uno de los cuatro que repetían respecto a Mallorca.
Aunque la idea era utilizarlo para la descarga, estaba muy marcado y tuvo varias pérdidas en medio campo, si bien también ayudó en la presión. Su acierto en el pase se elevó en el conjunto de su participación al 84 % tras el 77 % de los primeros 45 minutos del choque.
Relevado a los 67 por Ferran Jutglà, en el tramo de la segunda parte en el que estuvo en el campo pudo tener más presencia en el área, aprovechando que los locales salieron con ímpetu, Intentó descargar y aguantar balones para sus compañeros y se retiró ovacionado por Balaídos. Más allá de la falta de ritmo, está claro que está llamado a seguir siendo de los más fijos para Claudio Giráldez.