El técnico del Celta aún no ha ganado a los de Iñigo Pérez desde su llegada al primer equipo
17 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Rayo Vallecano se ha convertido en un imposible para Claudio Giráldez desde su llegada a la élite. El Celta disputó con el equipo de la franja tres partidos con un punto como único bagaje, cayendo en los dos partidos de la temporada pasada por un idéntico 2-1.
El primer asalto, en la temporada 23/24, fue el único que acabó en tablas. Era Giráldez un recién llegado, y su amigo Íñigo Pérez, se empapó del juego del Celta Fortuna para neutralizar al cuadro céltico. Lo hizo anulando su salida de balón en un partido en el que Carl Starfelt fue relevado al descanso por Renato Tapia, que comenzó como tercer central en la posición de libre, puesto que después dejó a Jailson. El encuentro, con gol anulado incluido al brasileño, acabó con empate a cero goles.
La temporada pasada, el Rayo ganó los dos partidos. Con el de Vallecas se cerró la primera vuelta. El Celta, que hizo un buen encuentro en líneas generales, tuvo dos licencias defensivas que le condenaron. También su tradicional falta de acierto. En ese duelo, Giráldez abandonó su habitual 3-4-3 para jugar con una defensa de cuatro hombres, una idea que no puede descartarse que vaya a repetir el próximo domingo.
En la segunda vuelta, en el último partido de liga en Balaídos, cuando el Celta se jugaba la clasificación matemática para la Europa League, el conjunto vigués tampoco acertó. Marcos Alonso adelantó a los celestes en el inicio de partido, pero dos fallos defensivos antes del descanso posibilitaron que Isi y De Frutos le dieran la vuelta al marcador. Durante toda la segunda mitad, el Celta encerró al Rayo en su propia área, pero fue incapaz de romper su defensa por acumulación, algo que tampoco es muy habitual en Íñigo Pérez, con quien Claudio Giráldez mantiene una amistad que viene de lejos, de cuando se enfrentaban formando parte de las canteras de Real Madrid y Athletic Club. Ahora, desde hace casi dos años, se pasean por Primera como los dos técnicos más jóvenes de la categoría.
El Rayo es uno de los equipos a los que todavía no le ha ganado el técnico celeste. Los tres grandes (Real Madrid, Barcelona y Atlético) y el Espanyol, que el curso pasado le hizo los seis puntos al cuadro vigués. En este caso, con una presión llena de intensidad, corrección defensiva y contragolpe. El reto del porriñés debe ser descontar este año alguna de esas deudas pendientes y el Rayo es la primera oportunidad. Los de Vallecas tienen los mismos cuatro puntos, pero un partido menos y una única comparecencia como local, ante el Barcelona: 1-1.