El guardameta del Celta no juega un partido oficial desde el 16 de enero, en Copa frente al Real Madrid
17 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Iván Villar acaba de cumplir nueve meses sin disputar un partido oficial. Su última aparición fue en la eliminación de Copa del Rey de la temporada pasada, frente al Real Madrid el 16 de enero del 2025. No es el período más largo de su carrera sin minutos, pero sí uno de los más pronunciados. Además, si se habla de la liga, ha pasado más de un año desde su última oportunidad, frente al Osasuna el 1 de septiembre del 2024, antes de que Vicente Guaita se hiciera con el puesto para lo que restaba de campeonato.
El mayor período que estuvo Iván sin jugar desde que dio el salto definitivo al primer equipo es de más de diez meses. Fue entre su último partido como cedido en el Leganés, frente al Burgos el 23 de enero del 2022 y de mal recuerdo -perdieron 4-0- y su reaparición en Copa la temporada siguiente, frente al Algar el 13 de noviembre del mismo año, con Carlos Carvalhal al frente del equipo celeste.
Un año después de despedirse del Celta B en el 2017, y ante su falta de minutos tanto en el Celta como en la cesión en el Levante, el de Aldán había aceptado volver en el curso 2018/2019 al filial, donde pudo reencontrarse y ofrecer un gran rendimiento, siendo titular indiscutible en un año en que completaban su posición Jero Lario, Fran Vieites y Pablo Vázquez. Pero entre su último partido con el filial en esa segunda etapa, el 2 de junio del 2019, y su reaparición con el primer equipo pasó más de un año: el 7 de julio del 2020, cuando se retomó la competición tras la pandemia y ni Rubén Blanco ni Sergio Álvarez estaban disponibles.
Quitando esos dos períodos, y sin ser nunca un fijo en la portería, Iván nunca había estado tanto tiempo alejado de los palos en competición. De hecho, en las dos temporadas previas a la actual, había comenzado como titular mientras Vicente Guaita se ponía a punto. El primer año, en el 2023, porque se había incorporado tarde y sin pretemporada -se hizo con el puesto a raíz de una expulsión del canterano ante el Atlético de Madrid- y la segunda, porque arrastraba molestias de hombro. Este curso, sin embargo, Andrei Radu se hizo con el puesto desde el primer día y lo ha jugado todo tanto en liga como en Europa League.
Iván Villar debutó en Primera División en la penúltima jornada de la temporada 2016/2017, cuando Eduardo Berizzo le dio el premio de jugar frente al Alavés en Mendizorrotza (3-1) una vez que el Celta que había llegado a semifinales de Copa del Rey y Europa League ya no se jugaba nada. El curso siguiente dio el salto al primer equipo, pero pasó el año en blanco tanto en Vigo como en su préstamo al Levante, donde no llegó a debutar, y de ahí el paso atrás para volver a coger minutos y confianza en el hoy llamado Celta Fortuna. Ahí, entre partido y partido con el segundo equipo celeste, pasó un año en blanco.
Ahora, siendo uno de los capitanes, compite por el puesto en el día a día con Andrei Radu y también con Marc Vidal. El guardameta que subió del filial también lleva un largo tiempo sin disputar partido oficial porque, de hecho, la pasada campaña la acabó jugando Coke Carrillo con el equipo de Fredi Álvarez. Así, el último encuentro disputado por el castellonense data de 19 de marzo de este año, hace casi siete meses. Ambos guardametas jugaron, eso sí, uno cada parte en el amistoso Xuntos contra o lume de la semana pasada y tuvieron minutos en el inicio de la pretemporada, para luego cederle el protagonismo al internacional rumano, hoy portero indiscutible.
La portería del Celta y la Copa
La pasada campaña, Iván fue el portero de Copa para Claudio Giráldez, aunque el porriñés siempre ha dicho que su planteamiento no es el de designar a un cancerbero para cada competición. El cangués se puso bajo palos en las cuatro eliminatorias que disputó el Celta: San Pedro, Salamanca CF UDS, Racing de Santander y Real Madrid.
La temporada anterior también había sido suya con la única excepción de la segunda ronda, en la que Rafa Benítez le dio el partido a Agustín Marchesín para reaparecer tras su lesión de rodilla y despedirse del club que iba a dejar ese invierno. Previamente, Iván había jugado ante el Turégano y, luego, lo hizo ante Amorebieta, Valencia y Real Sociedad.