Dos goles mirando al cielo

M. V. F. VIGO

GRADA DE RÍO

Xaime Ramallal

Damián Rodríguez y Óscar Marcos, dos canteranos que tuvieron que despedir a sus respectivos padres en el último año, decidieron con sus tantos

31 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Óscar Marcos y Damián Rodríguez, con sus goles, fueron los grandes nombres propios del triunfo del Celta ante el Puerto de Vega. Dos canteranos que llevan prácticamente toda su vida futbolística vistiendo celeste y que tienen en común, a mayores, haber pasado por un mismo trance personal muy difícil que todavía está reciente. Fue en diciembre pasado cuando el ponteareano tuvo que despedir a su padre, Venancio, conocido como Nancho, mientras que meses después, en abril, era el de Vilaxoán el que perdía a Jorge, apodado Peli.

Uno y otro levantaron los brazos al cielo en las celebraciones de sus tantos en esta primera ronda de Copa del Rey, sin dejar lugar a dudas sobre que estaban pensando en ellos. Para Marcos, este premio llegaba en su primer partido oficial con el primer equipo, con el que ya había estado en el amistoso solidario Xuntos contra o lume de hace unas semanas. Ya no era el primer gol que dedicaba a su padre, sino que lo hizo en el mismo encuentro en el que reapareció, con el filial frente al Tarazona, a la semana siguiente del duro golpe que recibió con 19 años.

El proceso de Damián, ya futbolista profesional a todos los efectos a sus 22, fue diferente. Él tardó más en reaparecer y, además, por su posición, no es tan habitual verle hacer goles. Sí lo era en juveniles, cuando de la mano de Claudio Giráldez, capitaneaba a equipo de División de Honor y no era nada raro verle marcar de falta o de penalti. Por esta vía fue por la que batió ayer al guardameta del humilde Puerto de Vega para poner el 0-2 definitivo.

Mientras Óscar es un fijo en las alineaciones de Fredi Álvarez que en verano rechazó una oferta mareante de Catar para seguir creciendo en Vigo, Damián está apareciendo más a cuentagotas en el primer equipo en lo que va de curso, pero cumpliendo cuando se le requiere. Goza desde hace mucho de la confianza de un técnico que también deja claro que tiene los ojos puestos en Óscar Marcos de cara al futuro.

Si alguien entiende bien el trance personal de estos dos futbolistas es Giráldez, que también perdió a su progenitor -Jesús Giráldez- en su juventud y se ha acordado de él en cada logro que ha ido consiguiendo a lo largo de su carrera. Siempre presentes para ellos.