«Fue fascinante, como vivir un sueño»

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Peñistas de Oliveira de Teis que acudieron al partido del Celta del domingo.
Peñistas de Oliveira de Teis que acudieron al partido del Celta del domingo. CEDIDA

Celtistas relatan la experiencia de disfrutar el triunfo del Bernabéu in situ

09 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Acudir a ver el Madrid-Celta al Bernabéu siendo celtista entrañaba riesgos. Los precedentes en ese campo no invitaban al optimismo; el duelo del jueves en Copa, tampoco, y el precio de las entradas había echado atrás a algunos. Pero hubo más de 600 aficionados que decidieron que sí, que su sitio a las 21.00 horas de un domingo de puente estaba en el coliseo blanco. Y para ellos fue la gloria de vivir en directo un triunfo de los que no caerán en el olvido por mucho que pasen los años.

Entre esos aficionados está Iago Arias, peñista de A Tapa Celeste que acudió con sus abuelos, Dositeo Freijo y Avelina Troncoso, para celebrar que cumplía 17 años el propio día del partido. «Mi padre está pachucho y, como él es con quien suelo viajar, les dije si me acompañaban. No tuve que convencerles, vinieron encantados, y eso que mi abuela está con escayola y muletas», cuenta. Y sin saber lo que les esperaba. «Siempre tengo esperanza, pero cuando acabó el partido, no me lo creía», expresa el joven.

Iago Arias, de A Tapa Celeste, con sus abuelos, Dositeo y Avelina, antes del Madrid-Celta.
Iago Arias, de A Tapa Celeste, con sus abuelos, Dositeo y Avelina, antes del Madrid-Celta.

Destaca que la grada visitante estaba «petada», que el ambiente fue espectacular y que él se llegó un «regalazo» de cumpleaños compartido por sus abuelos. «Fue una gran experiencia. Yo pensaba que no íbamos a ganar, lo tenía súper claro. Fue increíble poder cantar la Rianxeira en el Bernabéu. Estamos muy agradecidos a Claudio (Giráldez) y a los jugadores», dice Troncoso, de 69 años.

También en familia fueron Miguel Vidal y Mercedes Roca, matrimonio gallego afincado en Barcelona, donde nacieron sus hijos veinteañeros, Hugo y Dani, celtistas que acudieron con ellos aprovechando el puente. «Fue absolutamente especial, no sé explicarlo con palabras», dice ella. Y él, miembro de la Peña do Baixo Miño, se extiende más: «El fútbol siempre te sorprende, es su grandeza», comenta antes de añadir que no esperaba, y le encantó, «la euforia desmedida» de la afición que abarrotó la zona reservada al celtismo. «Lo vivimos con alegría, con orgullo, con mucho cántico, botando al final del partido y, sobre todo, disfrutando».

La familia Vidal Roca, con la bandera de A Guarda, en el exterior del Santiago Bernabéu.
La familia Vidal Roca, con la bandera de A Guarda, en el exterior del Santiago Bernabéu.

Laura Blanco, viguesa afincada en Madrid y miembro de Morriña Celeste, acudió con su hijo, Xavi, de 16 años, nacido en la capital, pero «muy celtista». «Fue como un sueño, asombroso, fascinante. Yo iba con la cabeza un poco gacha por resultados anteriores y por cómo te miran por encima del hombro otras veces», admite. Según la cosas se fueron poniendo de cara, no se lo creían. «Nos mirábamos y estábamos alucinados; además, es un estadio que impacta», relata.

Ella había llevado a Xavi en el partido del 7-1 años atrás, siendo aún un niño. «Tenía la espinita de decir: ‘¿Por qué he hecho yo al chaval del Celta para que sufra toda la vida?’. Y esta vez fue como decir: ‘¡Por fin vemos ganar aquí al Celta’». Su padre, el abuelo, desde Vigo, les decía por teléfono tras el triunfo: «Igual Xavi no vuelve a ver otra victoria ahí». Por eso se abrazaron y lo celebraron por todo lo alto, «con la Oliveira y Fillos dunha paixón. Fue espectacular».

Laura Banco y su hijo, Xavi, de Morriña Celeste, durante el Madrid-Celta.
Laura Banco y su hijo, Xavi, de Morriña Celeste, durante el Madrid-Celta.

David Vázquez, de la Peña Celtista do Ribeiro, viajó con su mujer e hijo de cinco años para pasar el fin de semana en Madrid con otros planes ajens al fútbol, así que fue al estadio solo. «O obxectivo era que non nos pintasen a cara e poder desfrutar un chisco», dice este peñista que vio sus expectativas más que superadas. «Conforme pasaban os minutos, empezamos a crelo. Foi un ambiente moi san e impresionante», celebra.

Martín Linares, vigués y peñista de Oliveira de Teis, reside en Madrid y siempre que puede, acude a ver al Celta allí. «Con el corazón, siempre piensas que va a salir, aunque sepas que es un campo difícil. El Celta se crece en estos partidos, así que al ganar, sientes como que en parte te lo esperabas, pero si hubiera pasado lo mismo que en los últimos 19 años, también tendría esa sensación», plantea.

Ahora, lo importante es que fue una noche para el recuerdo. «Es difícil explicar con palabras cómo se vivieron los goles y el final del partido. Sabíamos que enfrente estaba un equipo que con los jugadores que tiene, da igual que esté con nueve o con diez, que te puede remontar en un minuto», recuerda. Pero no fue así. «El segundo gol ya fue la descarga de la emoción y de todo».

«Sempre connosco, sempre convosco», escribió el Celta para dar las gracias a los celtistas presentes en este partido. También Williot Swedberg, Ionut Andrei Radu y Miguel Román tuvieron palabras de cariño y reconocimiento para la afición celeste, destacando que se les había oído a pesar de estar en minoría en el Santiago Bernabéu.