Creada en el 2006, su presidente recuerda que en algunos momentos «la peña tenía más dinero que el Celta», pero siempre se mantuvieron fieles al equipo
10 dic 2015 . Actualizado a las 11:49 h.Enero del 2006, un nuevo colectivo celtista echaba a andar en Mos, recogiendo el testigo de otro anterior, con el equipo en puestos europeos y caminando hacia una nueva clasificación para la Uefa. En los buenos tiempos nacen muchas peñas, pero la mosense no iba a tardar en tener la oportunidad de demostrar que había llegado para quedarse. «Como en todos los equipos y como en todo, hay altibajos, pero aquí seguimos», expresa su presidente, José Manuel Martínez.
El que ahora es cabeza visible era miembro de la primera peña del municipio y se puso al frente de un grupo de amigos celtistas para formar la actual al ver que la otra caía en la inactividad. «En la anterior era un socio más, mientras que en esta llevo desde el inicio como presidente. Había la ilusión de recuperarla y lo hicimos», comenta. Un decenio en el que les ha dado tiempo a ser testigos de «muchas alegrías y también más de un sinsabor». «Empezamos en Europa, pero luego vino el concurso de acreedores, los años de 5 se Segunda... Hubo un tiempo en el que creo que teníamos más dinero nosotros que el Celta», recuerda sarcástico.
Porque los altibajos del equipo en este tiempo han tenido su efecto en la Peña Celtista de Mos en lo que al factor anímico se refiere, pero el celtismo y la fidelidad al club siempre han permanecido inalterables. «El celtismo aquí está lo suficientemente arraigado para que la peña se consolidase pronto y no corriera peligro en ningún momento», recalca. De hecho, mientras no hubo peña la afición también siguió intacta, solo que sin un grupo de gente que llevase la iniciativa para organizarse como el grupo que pronto, de su mano, volvieron a ser.
La paciencia tuvo su recompensa en los últimos años y el momento actual. «Después de tanto sufrir vinieron el ascenso, el partido dramático de la permanencia y ahora ya esta época tranquila en la que estamos disfrutando muchísimo», celebra. Actualmente están en torno a los 40 socios. «No somos una peña muy voluminosa, pero tenemos gente muy variada, desde gente de 65 o 70 hasta jóvenes de 20 que son los que están llamados a protagonizar el relevo generacional».
Su cercanía con Vigo hace que se desplacen a Balaídos por su cuenta y tampoco allí se juntan, pues la mayoría son socios desde mucho antes de constituirse y cada uno acude a su grada correspondiente. «Para los partidos de casa la verdad es que no operamos como peña. Unos cuantos tenemos números por debajo de mil o mil y pico, llevamos mucho tiempo siendo abonados y no le vas a decir a la gente que se cambie para tu zona», razona. Sí se reúnen para los choques de fuera, en su sede, el bar Casa Panadeiro en la parroquia de Petelos.
Entre sus actividades están los viajes, normalmente uno por temporada. «Este año fuimos a San Sebastián, pero la temporada pasada, así que tenemos pendiente uno de esta que esperamos que sea a Gijón o Bilbao». También organizan su ya tradicional Festa do Ovo estrelado e impulsaron otros eventos como un homenaje a la ciclista mosense Susana Alonso. Además, mantienen muy buena relación con las otras peñas de Mos -Ramón Carnero y Rubén Blanco-, así como con otras como las de Salceda, también por cercanía. «Sobre todo, somos una peña muy activa y muy viva», finaliza Martínez.