Peña Tudense, 24 años recorriendo España con el Celta

ZONA CELESTE

CEDIDA

El año que viene cumplirán el cuarto de siglo, lo que les coloca como la décima agrupación celtista más antigua y una de las más fieles

17 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo diez agrupaciones celtistas pueden presumir de tener 25 o más años de vida. La última en estar en condiciones de hacerlo es la Peña Tudense, creada principios de los años 90 por quince socios aficionados al club desde niños. La comodidad de contar con un autobús en el que desplazarse juntos a Balaídos fue el impulso, pero mucho más allá de eso -hace tiempo que acuden en coches particulares- el espíritu celtista les ha empujado a seguir sumando años, alegrías y tristezas al lado de su equipo.

«El secreto es la constancia, el llevarlo muy dentro. Nosotros no estamos en Vigo, pero como si estuviéramos. Es el equipo más representativo que tenemos cerca», comenta su presidente, Alejandro Laureano Alonso Rodríguez, cuya pasión por el equipo vigués se intensificó más si cabe al trabajar en la ciudad olívica. «Mi mujer, mis hijos y mis seis nietos también son socios del Celta, claro. Se lo inculcamos desde que nacieron».

Precisamente la Tudense responde al modelo de peña donde tienen cabida familias completas. Eso hace que tengan entre sus miembros a personas de todas las edades, aunque el grueso tiene entre 50 y 60. «Ahora andamos por los cien. Llegamos a ser más, pero la crisis afectó mucho. Somos una ciudad donde la industria de la madera fue muy importante y al desaparecer se notó», señala. E incide en que son una peña muy humilde, donde el 25 % de los integrantes son abonados, pero cada uno de la grada que su poder adquisitivo le permite. «Nos autosufragamos todos los gastos, y nos cuesta trabajo», admite.

Por el mismo motivo, tampoco se pudieron permitir viajar a Europa con el Celta -algo que quizá puedan solucionar la temporada que viene- pero sí a muchos otros lugares, ya que tres desplazamientos al año para arropar a los celestes no se los quita nadie. «A los seis meses ya hicimos el primer viaje, a Oviedo, y en este tiempo puede decirse que ya hemos recorrido toda España», comenta. Y algunos de sus mejores recuerdos están ligados a esas salidas, a estadios como los del Athletic de Bilbao o el Sporting, adonde no faltaron este curso. «Vamos con tiempo y aprovechamos para visitar las ciudades, son viajes culturales más allá de la excusa de ir a ver el partido».

Cuentan con socios diseminados por todo el ayuntamiento de Tui y también algunos otros de localidades cercanas. Siempre han tenido una relación estrecha con la peña de O Porriño, con la que tiempo atrás compartían autobús, «hasta que ellos empezaron a crecer y ya no había sitio para todos». Entre los recuerdos negativos, algún viaje a A Coruña -en concreto, el del 2011- 1ue les llevó a renunciar a un desplazamiento que era fijo para ellos hasta ese momento. «No se entiende la agresividad, ni por una parte ni por otra. Es fútbol y nosotros no lo entendemos de esa manera. Nos da mucha pena que sucedan ciertas cosas», lamenta.

Entre sus actividades está una cena de confraternización que organizan cada final de temporada y en la que habitualmente cuentan con Vlado Gudelj, su jugador predilecto durante todos estos años. La cita en este curso 2015/2016 será el próximo día 28. «También tenemos nuestra sede, donde nos reunimos para ver los partidos, la peña en ese sentido funciona como asociación», dice. Las que fallan a veces son las mujeres mayores de la peña. «Hay algunas que dicen que se ponen nerviosas y no acaban de animarse. Hay que respetarlas también».

Asegura Alonso que el balance de este casi cuarto de siglo es altamente positivo para la peña. «Tenemos un ambiente muy bueno. Al principio costaba más coger gente y acostumbrarla a estar puntual para los desplazamientos y el autobús y ese tipo de cosas. Pero después de tanto tiempo ya nos organizamos muy bien, ya sale todo de manera natural». Él, aunque vicepresidente, es el que lleva las riendas. «Mi carácter no sirve para presidir, pero sí que soy un poco el que rige todo» , confiesa. Y celebra el seguir ahí tanto tiempo después. «Cuando las cosas van bien, como ahora, nacen muchas peñas. Pero las fijas somos unas 50 o así, un grupo en el que estamos nosotros. Eso es lo que tiene más valor», finaliza.