«Cuando contaba en mi pueblo que Balaídos me cantaba 'Bota de Oro' no me creían»

ZONA CELESTE

Perera anotó con el Celta 32 goles en 107 partidos
Perera anotó con el Celta 32 goles en 107 partidos MANUEL QUEIMADELOS

Recién retirado del fútbol, no duda a la hora de señalar su etapa en el Celta (2005/2008) como la mejor de su carrera

20 may 2016 . Actualizado a las 09:31 h.

Acaba de colgar las botas y tiene claro que lo mejor de la etapa que termina lo vivió en el Celta. Los mensajes desde Vigo que ha recibido en las últimas semanas le han hecho reafirmarse en esa idea. Aunque en su pueblo les costara creerlo, hubo un tiempo en que a Jesús Perera (Olivenza, 1980) Balaídos le cantaba aquello de «Bota de Oro». Se ganó un cariño recíproco que sigue recibiendo hoy. E insiste: «Después del deportista y el profesional, lo que queda es la persona».

-Ahora que acaba de colgar las botas y habrá hecho balance, ¿qué papel diría que ha jugado el Celta en su carrera?

-Siempre he dicho que mi época en el Celta fue la mejor etapa profesional que he pasado si me tengo que quedar con alguna de ellas. Me identificaba mucho con aquel equipo y con lo que viví allí. Fue una etapa bonita.

-Llega al equipo en el 2004, cuando estaba en Segunda y procedente del Mallorca, en Primera. ¿Cómo le sentó el cambio?

-Creo que fue el último día del mercado de invierno, el 31 de enero por la noche, cuando surgió la posibilidad. El Mallorca había firmado a un futbolista argentino y necesitaba una ficha libre, así que Cúper decidió que fuera yo el que la dejara. Estaba en Primera, incluso jugando, y después de tantos años de trabajo y de una vida luchando por llegar a la máxima categoría, pues eres un poco reacio a volver a Segunda.

-¿Cómo fueron los inicios en Vigo?

-Pues en realidad el Celta se veía que era un club que tenía todo de Primera, el único cambio era la categoría. Pero cogimos una racha muy buena que nos llevó a ascender poniéndonos primeros con diez victorias seguidas. Pasamos de séptimos cuando llegué al ascenso en seis meses. Al ir tan bien las cosas, todo es más fácil. Aparte de que conocía a gente como Jandro, que ya había sido compañero mío en Albacete.

«Estábamos en unas terrazas en Vigo y empezamos a escuchar que nos quitaban tres puntos por el caso Toni Moral. Lo pasamos mal»

Celebrando con Berizzo y otros compañeros el ascenso de Lleida, pocos meses después de su llegada al club
Celebrando con Berizzo y otros compañeros el ascenso de Lleida, pocos meses después de su llegada al club Oscar Vázquez

-Mencionaba aquel ascenso que se tuvo que conseguir dos veces. ¿Cómo afronta eso un vestuario?

-Es complicado. Recuerdo que ascendimos en Xerez, lo celebramos allí y a los tres días, estando en unas terrazas de Vigo convencidos de que el objetivo estaba conseguido, empezamos a escuchar que nos quitaban los tres puntos por alineación indebida de Toni Moral. Luego vamos y perdemos el siguiente partido en casa contra el Éibar 1-2. Hubo momentos de tensión y lo pasamos mal. Nos tocó ir a Lleida con 40 grados a jugarnos el ascenso y por suerte lo logramos.

-Usted fue protagonista de aquel partido, además.

-Sí, tengo un recuerdo fantástico de aquel partido porque aparte de tener la suerte de marcar el gol del ascenso, lo hice en el fondo donde estaba la gente de Vigo que se había desplazado, 4.000 o 5.000 personas saltando y celebrando con nosotros que habíamos conseguido el ascenso que toda la ciudad esperaba. Nos lo merecíamos.

-¿Con qué otros recuerdos dulces se queda?

-Hay un gol en un derbi que recuerdo con mucho cariño, y también marcado en la portería donde estaban nuestros aficionados. Fue al año siguiente de ascender, en Riazor, nos jugábamos entrar en Europa, salgo en la segunda parte y meto el 0-2. Es algo inolvidable para mí.

«Gracias al fútbol estuve en ciudades a las que seguramente nunca hubiera tenido ocasión de ir»

-Mencionaba la participación en UEFA en el curso 2006/2007, que acabó con descenso.

-La participación en Europa fue la parte buena de esa temporada. Era la segunda vez que tenía esa suerte, pues ya había jugado en Mallorca, y pese a todo fue una experiencia bonita. Visitas ciudades a las que sin el fútbol yo seguramente nunca hubiera ido, tienes la posibilidad de conocer lugares nuevos cada dos semanas y de jugar en estadios míticos que veías por la tele. Era una gran experiencia, muy enriquecedora.

Oscar Vázquez

-¿Fue el descenso del 2007 el momento más duro?

-Sí, después de haberlo hecho bien en Europa, donde nos eliminó el Werder Bremen, y haber llevado una liga normal, fue muy duro perder la categoría. Luego vino lo peor, porque tuve claro que quería seguir en el Celta, pero Stoichkov quería que me fuera con Lequi y Contreras y al no ser así me tuvo tres meses apartado. Después él se marcha y resulta que acabo como máximo goleador del equipo. No me gustó cómo se portó el entrenador ni tampoco que fuera secundado por el club, que también tenía algo que decir en todo aquello.

-¿Tiene mejores recuerdos de algún otro de los técnicos que tuvo en Vigo?

-Fernando Vázquez es un tipo peculiar, gracioso, que lo vivía mucho y tenía un método de entrenamiento particular. Con él se consiguió el ascenso y la UEFA y fueron años bonitos. Pero no solo los tengo de él, también de la gente de A Madroa, de Atilano, del presidente, de todos. A mi mejor amigo, Alfonso, que no tiene nada que ver con el fútbol, lo tengo también en Vigo e incluso tengo casa allí. Solo tengo buenas palabras para el club.

«Caí en gracia en Vigo y siempre intenté devolver el cariño dando todo en el campo»

-¿Y para la afición?

-El recuerdo es inmejorable. Me trataron bien desde que llegué, supongo que porque caí en gracia y luego quizá porque marqué algunos goles en momentos clave de la temporada del ascenso. Le contaba a la gente en mi pueblo, a la familia y los amigos, que Balaídos me cantaba aquello de «Bota de Oro» y no se lo creían. Siempre intenté devolver el cariño en el campo dejándome la vida y tratando de marcar goles.

Relevando a Diego Costa en un partido de la temporada 2007/2008, la última que jugó en Vigo
Relevando a Diego Costa en un partido de la temporada 2007/2008, la última que jugó en Vigo Oscar Vázquez

-Decía que tiene casa en Vigo. ¿Sigue percibiendo ese cariño cuando viene?

-Sí, mucho. No solo ahí, sino que ahora con mi retirada del fútbol he recibido muchos mensajes de gente de equipos en los que he jugado y sobre todo de Vigo. Más allá del profesional y del deportista, lo que queda es la persona, y cuando recibes tantos mensajes seguramente es porque has dejado buen recuerdo como persona en esa gente, que es lo más importante.

«Jonathan Aspas siempre decía que a Iago le expulsaban mucho. Pero se veía que iba a ser el futbolista que es»

-En su día coincidió con canteranos que hoy están en el primer equipo, como Sergio y Iago Aspas. ¿Cómo eran entonces?

-Yo era muy amigo de Jonathan y él siempre decía de su hermano que se veía que tenía condiciones, pero que por aquel entonces le expulsaban mucho. Se intuía que cuando se centrara en la manera de pensar y de vivir el fútbol podía tener la progresión que efectivamente ha tenido y que iba a ser el futbolista que está demostrando ser. Sergio estaba en el filial y era nuestro tercer potero, se le veía un buen chaval y un gran profesional que ha tenido la recompensa merecida a mucho esfuerzo.

Jonathan Aspas era uno de sus mejores amigos en la plantilla junto con Jandro
Jonathan Aspas era uno de sus mejores amigos en la plantilla junto con Jandro Oscar Vázquez

-A día de hoy, ¿sigue pendiente del Celta?

-Claro, me considero celtista y desde que me fui siempre he seguido al equipo. Después de irme surgió la posibilidad de volver estando Herrera y al final, por una cosa u otra, no se dio, pero en la distancia lo he seguido y me he alegrado de todos los éxitos del Celta.

-¿Cómo ha visto estos últimos años desde la etapa en Segunda hasta el regreso a Europa este curso?

-Eso es el fútbol, va teniendo etapas. De estar en Champions pasan a Segunda y costó regresar. Pero fíjate, ahora llevan años apostando por gente de casa, con un buen entrenador y una idea clara de fútbol y ha conseguido volver a Europa años después.

«Espero que en el futuro mis niños se sientan orgullosos de lo que su papá hizo en el mundo del fútbol»

-¿Cómo se presenta ahora el futuro de Perera?

-Aún no me ha dado tiempo a asimilar mucho la retirada. Uno piensa que está preparado, pero yo no lo estaba y me está constando más de lo que me gustaría. Te quedas sin la ocupación que tenías todos los días y poco a poco habrá que mirar por el futuro, pensando en mis dos niños pequeñitos, de cinco y tres años, de los que ahora podré disfrutar más. Espero que algún día, cuando crezcan, puedan ver vídeos y recortes y se sientan orgullosos de lo que su papá hizo en el mundo del fútbol.

Oscar Vázquez