Tras desaparecer la anterior peña del municipio, un grupo de amigos la refundó con nombre nuevo y vocación de futuro
19 oct 2016 . Actualizado a las 11:48 h.Cuando una peña celtista se para, suele nacer otra. Ocurre tarde o temprano en la mayoría de municipios donde normalmente hay una que aglutina a todo el celtismo, y O Grove no fue una excepción. Allí funcionaba con muchos años de historia detrás el colectivo Metropol, pero cuando esté cayó en al inactividad, no faltó el relevo. Este cometido lo asumió la Peña Celtista do Grove, en funcionamiento ya desde hace diez años por peñistas que no estaban dispuestos a dejar a la localidad sin celtismo federado.
«Los miembros la habían ido abandonando por diferentes motivos hasta que dejó de funcionar. Así que la refundamos con un nombre nuevo unos cuantos amigos», señala uno de ellos, Berna Caneda. Aunque desde entonces también algunos de los refundadores la han ido abandonando, él sigue adelante con el mismo convencimiento que el primer día e intentado rodearse de juventud. «Sirve para que la gente joven disfrute del deporte y no se meta en otras cosas. Aparte de fomentar un celtismo que tiene mucha tradición aquí y que queremos garantizar que siga siendo así por muchos años».
Desde el más joven, de ocho años, hasta el buen puñado de jubilados con el que cuentan, la peña aglutina a más de un centenar de celtistas. «Da igual que sean de un año o de 80, lo que queremos es mantener el celtismo con esa idea de que somos gallegos, nos gusta el fútbol y sobre todo nos gusta el Celta. Eso es lo que nos une a todos», destaca Caneda. E insiste en la prioridad de la peña: «Miramos mucho por la juventud, porque es el futuro del celtismo en O Grove y tenemos que trabajarla mucho para que no se vayan con otros equipos y se sumen al celtismo».
Forman parte de las peñas que cuentan con un convenio con la Federación en virtud del cual disponen de un autobús para los desplazamientos a Balaídos. Y nunca faltan. «Nos exigen un número determinado de carnés y tenemos más. Y cada año vamos creciendo en abonados y en peñistas. Hubo épocas más complicadas, sobre todo en Segunda, pero la peña gozó siempre de muy buena salud, y más con los tiempos que corren».
Caneda es de los que piensan que cuando las cosas van mal es cuando más hay que volcarse con el equipo. Y no duda en predicar con el ejemplo. «En esos momentos es cuando más hay que volcarse y nunca abandonar. Los verdaderos celtistas no abandonan ya sea en Primera o en Segunda, estando muy bien o fatal. Somos celtistas y lo seguiremos siendo en cualquier circunstancia». Como no podía ser de otra manera, su hija también es del Celta. «Mi padre me metió el gusanillo en el cuerpo y es lo que intento hacer yo con ella y con la juventud de O Grove. Un par de veces al año pedimos invitaciones al club para llevar a niños, sobre todo a los que juegan en equipos de fútbol».
Tiene dos sedes, el pub Undergound, que abre siempre que juega en Celta, ya sea en casa o fuera, para que los peñistas que no pueden ver el partido en directo lo disfruten allí, y el bar Marquesina, donde también se les ofrece siempre esa misma posibilidad. Aunque Balaídos es el lugar de mayor contacto in situ con otras agrupaciones celtistas, esa relación va más allá. «Hablamos mucho sobre todo con Carcamáns e intercambiamos bufandas con todas las peñas que podemos. En el pub tenemos un montón y siempre aspiramos a cuantas más, mejor».
Se centran en motivar e incentivar constantemente a los celtistas con sorteos de camisetas firmadas y demás actividades. También organizan algún que otro viaje y cuentan con estar representados en Ámsterdam para el partido de Europa League frente al Ajax del 3 de noviembre. Porque después de pasar la travesía de Segunda, es «momento de disfrutar».