«Tenía clarísimo que había que volver a Ámsterdam»

M. V. F. VIGO

ZONA CELESTE

CEDIDA

Patricia Otero y su marido estuvieron en el partido de Champions del 2003 frente al Ajax y repetirán mañana

02 nov 2016 . Actualizado a las 10:44 h.

El desembarco celeste en Ámsterdam será generoso en cuanto a número de aficionados mañana. Como lo había sido en el 2003. Y los que vivieron un partido del Celta en ese escenario hace trece años aseguran que es una experiencia inolvidable, por eso hay quienes no han dudado en repetirla. Es el caso de Patricia Otero, que trece años después volverá a alentar a su equipo en el Ámsterdam Arena como lo hizo trece años atrás.

Patricia y su marido, en su anterior visita al Ámstedam Arena
Patricia y su marido, en su anterior visita al Ámstedam Arena

«Tenía clarísimo que había que repetirlo. Además, mañana (por hoy) es mi cumpleaños y qué mejor regalo», explica esta aficionada de 42 años. Le acompañará, al igual que en la ocasión anterior, su marido, aparte de otros amigos dispuestos a vivir en primera persona la gran experiencia que Patricia relata. «Fue un viaje emocionante, el primero que hacíamos con el Celta en Champions y eso para un celtista era increíble», recuerda.

Más allá de las circunstancias del partido y de lo histórico que era para el club disputar esa competición, el escenario y el rival ponían la guinda a un sueño que solo faltó culminar con un resultado favorable. «Aunque perdimos no volvimos tristes ni mucho menos, sino orgullosos de haber estado allí. Fue escuchar el himno del Celta y emocionarnos, teníamos unos nervios tremendos y muchísima emoción», rememora Otero.

Todavía conserva la entrada de aquel encuentro
Todavía conserva la entrada de aquel encuentro

Aunque sin detalles de cómo fue el partido -sí el resultado, 1-0- recuerda también algunos lances del partido que pudieron cambiarlo. «No nos pitaron un penalti claro que le hicieron a Jesuli», dice. La experiencia le sirvió también para conocer una ciudad que le marcó y a la que ahora regresa. «Ámsterdam es impresionante y la gente también. Recuerdo ir con la camiseta y la bufanda sin ningún problema. Hicimos excursiones en barco por los canales, visitamos los típicos molinos, estuvimos por las zonas de compras, la plaza Dam y cómo no los coffee shops y el Barrio Rojo».

En esta ocasión, admite Patricia, a nivel económico a la pareja le ha resultado más complicado hacer el esfuerzo de poder realizar el viaje. «Estábamos mejor en aquella época, porque trabajábamos los dos. Ahora solo mi marido, que es autónomo y se cogió estos días», señala. Ahora tienen dos niñas de 5 y 7 años que se quedarán en Vigo. «Aixa y Xiomara son socias desde que nacieron. Fue registro civil y Balaídos. Y celtistas hasta la médula», relata la madre. Quién sabe si habrá próxima visita a Ámsterdam ya con las pequeñas como celtistas en ruta.

Otero, con sus hijas, socias desde que nacieron
Otero, con sus hijas, socias desde que nacieron