La tranquilidad ha terminado en el Atlántico

Xavier Fonseca Blanco
XAVIER FONSECA REDACCIÓN / LA VOZ

HISTORIAS DEL TIEMPO

Orlando Barría | EFE

La actividad ciclónica podría activarse con mucha intensidad. Algunos pronósticos apuntan a que la tormenta tropical Florence podría llegar a Galicia como borrasca

03 sep 2018 . Actualizado a las 11:29 h.

La temporada de huracanes y tifones comienza cada 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre. En este período del año la temperatura del océano tropical puede superar los 27 grados, imprescindibles para que se formen, primero como tormentas y después como grandes sistemas de bajas presiones con su característico ojo en el centro. Este año, mientras la actividad ciclónica se mantiene muy activa en el Pacífico, en el Atlántico está siendo especialmente tranquila. Detrás de la inactividad en nuestro vecino océano se encuentra una anomalía en la temperatura del agua frente a la costa noroeste de África, donde suelen nacer. Las aguas más frías de lo habitual han frenado la evaporación y por tanto el motor que alimenta a este tipo de fenómenos atmosféricos. Pero la tranquilidad ha terminado en el océano Atlántico. «Esa anomalía negativa está empezando a ceder y ahora las temperaturas son casi normales. Además se prevén días bastante tranquilos en el área tropical, por lo que no habrá diferencias en los vientos en vertical y esto facilita que se formen las tormentas tropicales», asegura el meteorólogo Juan Taboada.

La actividad ciclónica parece dispuesta recuperar el tiempo perdido. Los modelos meteorológicos apuestan a que esta semana podría formarse un tren de tormentas tropicales. «No sería raro tener varias tormentas tropicales al mismo tiempo en esta época del año, si se mantienen las condiciones adecuadas. Sin ir más lejos pudimos ver este fenómeno varias veces en la temporada 2017», confiesa Taboada.

De momento ya se ha formado una tormenta tropical, Florence, a la que habrá que prestar especial atención. En el mapa se aprecia la evolución prevista hasta el viernes. Florence tomará un rumbo de este a oeste manteniendo en todo momento la categoría S (tormenta tropical). Pero a partir de entonces no se descarta que pueda modificar su trayectoria. «En esta época del año es relativamente frecuente que alguna de las tormentas tropicales se mueva hacia el norte antes de llegar a tocar tierra, sea absorbida por el cinturón de los oestes y sus restos se acerquen a Europa occidental. Como el aire frío comienza también a acercarse a esta zona, puede recibir una inyección de aire frío en altura y transformarse en una potente borrasca», reconoce.

Es muy pronto para saber qué pasará pero si se cumple lo que propone ahora mismo algún modelo, Florence podría impactar en Galicia, convertida eso sí en borrasca, con vientos fuertes y lluvias intensas.