El paso de un borrasca sin nombre hace 37 años dejó récords de lluvia que todavía siguen vigentes
16 oct 2024 . Actualizado a las 09:46 h.En las últimas horas, Galicia ha sentido los efectos de la borrasca Leslie, que hace unos días era una tormenta tropical situada cerca de las Azores y que vigilaba el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Se suma a la influencia que han tenido sobre la meteorología gallega desde el 1 de octubre los ciclones Isaac, Yoyce y Kirk, todos con un pasado tropical.
La humedad procedente de los trópicos está provocando que las bajas presiones que afectan a la comunidad descarguen una gran cantidad de precipitación. Basta mencionar el caso de la localidad coruñesa de Lousame, donde se han acumulado solo en la primera quincena de mes 502 litros por metro cuadrado. Se trata de una cifra muy elevada incluso para una de las localidades más lluviosas.
Si nos centramos en la ciudad de la lluvia por excelencia, Santiago, se puede comprobar que ya se ha superado la media. Si lo normal en octubre es que caigan alrededor de los 226 litros, en lo que va de mes ya se han acumulado 289.
Este mes en la capital gallega, y en otras partes de la comunidad, será recordado por el paso de Kirk, un temporal del que todavía se está recuperando. Sin embargo, nada comparado con la borrasca que afectó a Santiago en octubre de 1987. No tenía nombre porque no procedía de ningún huracán, como sí ocurrió con el caso Hortensia, y porque entonces no se bautizaban los ciclones extratropicales.
Sin embargo, todos los récords pluviométricos de este mes se batieron hace 37 años y todavía siguen vigentes. Por ejemplo, se batió el registro de lluvia máxima en un día. El 14 cayeron 218 litros en 24 horas. Cuesta imaginar tanta precipitación en tan poco tiempo. La edición local de La Voz de Galicia del 16 de octubre informaba de que «Santiago amaneció sumergida en los efectos de la borrasca que súbitamente se acercó para sembrar una estela de desgracias e infortunios de mayor o menor alcance».
Durante el paso de la borrasca, entre el 13 y el 15 se recogieron 382 litros y la cantidad mensual ascendió hasta los 729 litros.
El origen de aquel monzón que provocó inundaciones por toda la comunidad fue la presencia de un río atmosférico que canalizaba la humedad desde el Caribe y el golfo de México hasta el noroeste de la Península.
El pasado y el presente más reciente demuestran el impacto que desempeña la humedad tropical sobre Galicia. Una investigación publicada por científicos gallegos en el 2018 en la revista Natural Hazards and Earth System Sciences ya señaló que «aunque la mayoría de las inundaciones en Galicia no coinciden con la presencia de un río atmosférico, están presentes en la mayoría de los casos graves».
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También anticipa cómo puede ser llegar a ser la lluvia del futuro. La ciencia asegura que por cada grado que se calienta el planeta se espera un aumento del 7 % de la humedad. Esto no implica que necesariamente tenga que llover con más frecuencia, pero sí con más intensidad. Por ejemplo, la misma configuración que generó el diluvio en octubre de 1987 en el clima actual no dejaría 226 litros en 24 horas, sino más de 300.