Ehud Barak presentó ayer su dimisión como primer ministro de Israel ante el presidente del Estado hebreo, Moshe Katsav. Horas después, el Partido Laborista le eligió como su candidato a la jefatura del Gobierno en los comicos que se celebrarán probablemente el próximo 6 de febrero.
11 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.Su posible adversario, el ex-primer ministro Benjamín Netaniahu, anunció anoche su candidatura a dirigir el Likud y a las elecciones a jefe de Gobierno. «Estoy convencido de que los diputados escucharán la voluntad del pueblo y completarán el proceso legislativo para aprobar la ley de elecciones anticipadas», dijo. Sólo de esta manera Netaniahu podrá ser candidato, pues la dimisión de un jefe de Gobierno no obliga a la disolución del Parlamento y a convocar elecciones generales, sino únicamente a elegir a un nuevo primer ministro. La ley también estipula que para presentarse hay que ser diputado. Existe también la posibilidad de que la Kneset la modifique para permitir que concurra a las urnas. Barak ha dicho que no se va a oponer. La elección de Barak se produjo prácticamente por unanimidad en la sede del partido en Tel Aviv. Ni siquiera hubo una votación formal y los delegados se limitaron a alzar la mano para respaldar la única candidatura. Sin embargo, fueron clamorosas las ausencias del ministro Simón Peres y del presidente de la Kneset (Parlamento), Avraham Burg. En medios laboristas no se descarta que Peres abandone el partido para fundar una nueva formación y presentarse a las elecciones. De llevarse a la práctica reduciría las ya de por sí escasas posibilidades que tiene Barak de repetir mandato.