Más de un centenar de muertos en Gaza, en la mayor masacre del alto el fuego

Mikel ayestaran ESTAMBUL / COLPISA

INTERNACIONAL

Un palestino, ante su casa destruida en Al Shatea.
Un palestino, ante su casa destruida en Al Shatea. MOHAMMED SABER | EFE

Trump defiende la actuación de Israel, pero aclara que nadie pondrá en peligro su plan. La  congresista republicana, Marjorie Taylor Greene, se pregunta si matar a 46 niños «no es un crimen de guerra»

30 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La palabra de Donald Trump mantiene su peso en Gaza e Israel anunció este miércoles que «reanuda la aplicación del alto el fuego» después de una noche de intensos bombardeos que dejaron más de un centenar de palestinos muertos, entre ellos 46 niños y 20 mujeres, según fuentes médicas locales. El acuerdo mostró una vez más su fragilidad tras una jornada en la que los israelíes acusaron al enemigo de abrir fuego contra sus tropas en Rafah, el sur de la Franja, y matar a un soldado. Como ocurrió hace una semana, cuando murieron otros dos militares, Hamás negó su implicación, aunque sí admitió que no controla a todos sus militantes y especialmente en ese área, donde la comunicación con sus células se «cortó el pasado mes de marzo».

El primer ministro Benjamín Netanyahu ordenó «ataques contundentes» tras el asesinato del reservista, cuya unidad fue atacada con misiles y fuego de francotiradores, y la noche se volvió sangrienta en la Franja. Por su parte, el presidente Trump, explicó que Israel respondió al ataque tras la muerte de un soldado israelí, pero dejó claro que «nada pondrá en peligro» el acuerdo de alto el fuego y exigió a Hamás «un comportamiento correcto».

Con la tregua reanudada, las Fuerzas de Defensa volvieron posteriormente durante la tarde de este miércoles a realizar una nueva operación armada en la Franja con el fin de destruir un arsenal de los islamistas. El ataque se llevó a cabo en Beit Lahiya, al norte, donde las tropas habían ubicado un depósito de armas y drones, que iban a ser utilizadas de forma «inminente» por los milicianos en un «ataque terrorista contra soldados de las fuerzas de Defensa y el Estado de Israel». El Ejército ha asegurado que mantiene la tregua, pero «continuará operando para eliminar cualquier amenaza inmediata». 

Objetivo: la cúpula de Hamás

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, fue un paso más allá y amenazó incluso a los líderes de Hamás en el extranjero. Aseguró que «decenas de comandantes de Hamás fueron eliminados en una contundente operación, en respuesta al ataque contra los soldados y la flagrante violación del acuerdo para la liberación de los rehenes caídos. No hay ni habrá inmunidad para nadie en la cúpula de la organización terrorista Hamás, ni para los que visten traje ni para los que se esconden en túneles». Israel ya intentó asesinar a la cúpula islamista con un bombardeo en Doha contra la oficina en la que estudiaban la propuesta de paz de Trump, pero no lo consiguió y provocó el enfado del presidente estadounidense.

El ultranacionalismo israelí censuró lo que consideran un paso atrás de Netanyahu. El responsable de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, dijo que «una vez más, Hamás asesina a uno de nuestros soldados en medio de un alto el fuego, y una vez más el primer ministro elige cerrar el incidente con el concepto de una respuesta mesurada y un retorno inmediato al alto el fuego, mientras continúa permitiendo la entrada de ayuda humanitaria, en lugar de volver a una guerra total y buscar alcanzar rápidamente su objetivo principal: la destrucción de Hamás». Pese a las palabras de Ben Gvir, la entrada de ayuda está muy lejos de los 600 camiones diarios pactados y el paso de Rafah permanece cerrado. Israel planea además extender su zona de control en la Franja más allá de la «línea amarilla» acordada con los mediadores. 

Reacciones internacionales

Los bombardeos del martes y esta pasada madrugada han sobrecogido en la política internacional por su violencia. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, describió el balance de víctimas, más de un centenar, como «espantoso» e instó a todas las partes que participan en la negociación a que la paz «no se les escape». «Son espantosos los informes que hablan de más de cien palestinos muertos en ataques aéreos israelíes contra viviendas, tiendas de campaña de personas desplazadas y escuelas en toda la Franja tras la muerte de un soldado israelí», dijo Turk en un comunicado.

El alto comisionado recordó a Israel que «las leyes de la guerra son muy claras respecto a la importancia primordial de proteger a los civiles y la infraestructura civil». También considera «angustiante» que «estas muertes ocurran justo cuando la población de Gaza comenzaba a creer que había esperanza de que la violencia terminara».

La Unión Europea urgió asimismo a Israel y Hamás a que respeten el alto el fuego y la aplicación del plan de paz de Donald Trump. La UE asegura que el conflicto de Gaza no tiene una salida militar, por lo que ha exigido a los dos bandos «poner fin al ciclo de violencia, muerte y destrucción».

En Estados Unidos, la reacción más crítica procedió de la representante republicana Marjorie Taylor Greene, y lo hizo de una manera que no deja duda alguna de su condena del ataque hebreo: «¡46 niños! ¿Acaso no son crímenes de guerra?», sostuvo en un tuit aludiendo a los menores fallecidos durante los bombarderos.

Aliada desde hace años de Trump, a diferencia de este, que defiende el derecho de los israelíes a «contraatacar» si son agredidos, la política conservadora se mostró impresionada y destacó la paradoja de que el Ejército hebreo «dijera que el alto el fuego se ha reanudado después de matar a 110 personas». Las críticas contra Israel en el Congreso no resultan demasiado frecuentes, pero aún lo son menos en el Partido Republicano, lo que convierte a Taylor Greene en una especie de verso suelto dentro de la postura de los conservadores respecto a la guerra en Gaza. 

Retraso con los cuerpos

Desde el primer día, ambas partes se acusan mutuamente de violar el acuerdo. Hamás trabaja en la búsqueda de los cuerpos de los rehenes, pero aún le quedan 13 por devolver y, tras la orden de Netanyahu, los islamistas anunciaron su decisión de posponer la entrega de dos nuevos cuerpos que han logrado localizar. Los islamistas piden tiempo y máquinas pesadas e insisten en que es una labor complicada debido a que ahora los restos humanos descansan bajo toneladas de escombros.

Las Brigadas Al Qassam, brazo armado de Hamás, informaron de que la entrega prevista se pospuso «debido a las violaciones israelíes» y advirtieron que cualquier escalada adicional podría obstruir los esfuerzos de búsqueda y excavación en curso, retrasando aún más la recuperación de los restos de los cautivos. Israel piensa que todo es un juego por parte del enemigo y que tienen localizados los cuerpos.