El presidente afgano reclama ayuda urgente para no perder la confianza de la población

ALBERTO CABEZAS TOKIO

INTERNACIONAL

KAZUHIRO NOGI / AFP

Ante la Conferencia de países donantes de Tokio, Karzai dijo que su país necesita entre 1.800 y 2.000 millones de dólares para este año Más de sesenta países y una veintena de organizaciones internacionales participan desde ayer y hasta hoy en la Conferencia de países donantes de Tokio, que promoverá las ayudas para reconstruir Afganistán, previstas en un proyecto político-económico sin precedentes para un país que aún sufre bombardeos.

21 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

El primer ministro del Gobierno interino afgano, Hamid Karzai, cifró entre 1.800 y 2.000 millones de dólares las necesidades de su país, devastado por la guerra, para el primer año y subrayó a la comunidad internacional la urgencia que requiere dicha entrega para no perder la credibilidad y la confianza de la población. Los discursos inaugurales se centraron en las exigencias de que la reconstrucción de un país devastado por más de dos décadas de guerras sea un proyecto a largo plazo. Karzai explicó que Afganistán requiere ahora ayudas no reembolsables y mecanismos financieros simples y rápidos que canalicen los fondos de la comunidad internacional a las necesidades reales de la población. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirmó que la reconstrucción del país es un proceso que se debe acometer con el pueblo de Afganistán y consideró que las donaciones no deberían conllevar recortes en los presupuestos humanitarios que se destinan a otros países menos desarrollados. Sadako Ogata, enviada especial del Gobierno japonés para Asuntos Afganos y copresidenta de la Conferencia, pidió a los asistentes «un compromiso continuado durante varios años». Las palabras de la representante japonesa fueron refrendadas por el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, quien prometió 296 millones de dólares como primera contribución, mientras que Japón la fijó en 500 millones de dólares para los próximos dos años y medio. Miquel Nadal, secretario de Estado de Asuntos Exteriores de España, país que ostenta la presidencia semestral de la UE, anunció que los países europeos ofrecerán una contribución de 550 millones de euros (91.512,30 millones de pesetas) para el primer año.