Bush consulta a Aznar sobre cómo plantear la crisis a otros países

La Voz AGENCIAS | MADRID

INTERNACIONAL

27 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

George W. Bush pidió ayer consejo a José María Aznar sobre cómo plantear la cuestión de Irak a otros países, para contrarrestar la oposición que capitanean Francia y Alemania. En lo que el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, denominó «una conversación telefónica cálida y sustancial entre dos buenos amigos», Bush también felicitó a Aznar por la reciente detención en España de 16 presuntos miembros de Al Qaida. «Es importante forjar los mayores acuerdos posibles». Ése fue el mensaje que Aznar transmitió a Bush, durante la conversación. La llamada fue una deferencia hacia su aliado, que el jefe de Gobierno español aprovechó para explicarle el acuerdo de los Quince de prorrogar el trabajo de los inspectores. Sobre este acuerdo informará el viernes la ministra Ana Palacio en el Congreso de los Diputados. Hasta el momento, el PP ha impedido que Aznar hable en la Cámara Baja. Según el secretario general del PP, Javier Arenas, el Gobierno «está informando más que nunca» al Parlamento de su posición respecto a Irak, y pidió a quienes están haciendo «demagogia» que recuerden el comportamiento que tuvieron ellos en situaciones similares. El PSOE fuerza el debate Ante la negativa de Aznar a comparecer, el PSOE forzará el martes de la próxima semana, en el primero pleno del año, un debate sobre Irak. El Grupo Socialista ha presentado una proposición no de ley para que todos los grupos puedan expresar su opinión sobre la crisis. El portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, dijo que Aznar «no puede evitar» que se debate esa proposición. La postura socialista, de momento, es de rechazo a una guerra en Irak, porque no ve motivos para un una intervención armada de EE.?UU. No obstante, el secretario de Política Internacional del PSOE, Manuel Marín, aseguró que su partido estudiaría apoyar un eventual ataque si la operación estuviera respaldada por una nueva resolución de la ONU, si hay un consenso y si se produce una coalición internacional. El líder de IU, Gaspar Llamazares, se mostró convencido de que Aznar «lleva a España hacia una guerra de rapiña», y advirtió al Gobierno de que esa política es «ilegítima e ilegal». Sin hacer mención al desencuentro del eje franco-alemán con EE.UU. en la crisis iraquí, el ministro de Defensa, Federico Trillo, defendió «el vínculo atlántico» cuando otros «gobiernos europeos» lo cuestiona.