La UE se plantea retrasar al 2009 la decisión sobre el sistema de voto

La Voz AGENCIAS | NÁPOLES

INTERNACIONAL

GERARD CERLES

Los ministros de Exteriores reunidos en Nápoles ponen las bases de la futura defensa europea Ana Palacio se muestra dispuesta a aceptar un aplazamiento ante la falta de consenso

29 nov 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Ante la falta de consenso sobre el reparto de los votos nacionales, el punto más delicado de las negociaciones en torno a la Constitución europea, la hipótesis de retrasar la decisión hasta el año 2009 emergió ayer tras una jornada infructuosa de debate entre los ministros de Exteriores de la UE y de los diez países que se incorporarán próximamente. El único avance que se logró en la cumbre de Nápoles fue el de sentar las bases de la futura defensa europea. Fue el Reino Unido, provocando el enojo de Alemania, quien sugirió ante el resto de los socios europeos, en un aparente guiño a España y Polonia, que si no puede alcanzarse un consenso sobre el nuevo sistema de voto de la «doble mayoría», lo mejor sería aplazar la decisión hasta el año 2009. Hasta esa fecha, en cualquier caso, no está previsto en la Constitución que entre en vigor el sistema de voto rechazado por España y Polonia. Mientras el ministro alemán Joschka Fischer rechazó rotundamente un aplazamiento, la jefa de la diplomacia española, Ana Palacio, dejó claro que la idea de un retraso no existe «como propuesta formal encima de la mesa, pero estamos dispuestos a estudiar cualquier posibilidad, incluso una que fuera por esa línea». Para la ministra, el debate de Nápoles en torno a los votos ha puesto de relieve que no existía el pretendido consenso en torno a la fórmula de Giscard D'Estaing, incluida en el borrador de Constitución que negocian los 25 países. Éste establece que se alcanzará la mayoría cualificada en las votaciones del Consejo, la institución decisoria de la UE, cuando se pronuncie a favor de una propuesta «la mayoría de los Estados que representen al menos al 60% de la población». Mientras España y Polonia se aferran al Tratado vigente y el grupo de países fundadores es partidario de aceptar sin cambios el innovador sistema de la Convención, en Nápoles ha salido a la luz un tercer grupo, conformado por un número significativo de países pequeños -Portugal, Austria, Dinamarca, Luxemburgo, República Checa y Estonia, entre otros- que defendieron reducir el umbral de población al 50%, lo que dificultaría más la formación de minorías de bloqueo. Frente a la falta de avances en el sistema de votos, los 25 ministros de Exteriores sí fueron capaces de sentar las bases del futuro sistema de defensa con un inicio de un acuerdo que instituye una «cooperación estructurada» entre los Estados que deseen participar en operaciones conjuntas. Para poder acceder a esta cooperación habrá que cumplir unos criterios, el más importantes de los cuales es que los países aspirantes tendrán que ser capaces de proporcionar, antes de que termine el 2007, unidades de combate desplegables en un plazo de cinco a treinta días y capaces de mantenerse sobre el terreno de 30 a 120 días.