«La 'intifada' nos hizo reorientar la ayuda a los palestinos»

C. Tristán CORRESPONSAL | TEL AVIV

INTERNACIONAL

España acaba de firmar la donación de 33 millones de euros de ayuda al desarrollo del pueblo palestino, y cuyo gasto estará controlado por la agencia española de cooperación

16 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

La coordinadora general de la Agencia Española de Cooperación en Jerusalén, Marta Lorenzo, de madre gallega y padre berciano, conoce como nadie cada uno de los proyectos en los que España trata de sembrar la simiente de un futuro mejor para los palestinos, en los que se han invertido 80 millones de euros desde 1998. Tras la firma, el pasado día 9 en Madrid, de la ministra de Exteriores Ana Palacio y su colega palestino, Nabil Shaat, de la donación de 33 millones de euros hasta el 2006, Marta Lorenzo tiene por delante el control del gasto y la continuidad de una labor de emergencia y de proyectos a medio y largo plazo en infraestructuras básicas y políticas. Sin duda, los cinco idiomas que habla, entre ellos el árabe, le han permitido a esta economista de 35 años, Máster en Cooperación y en Migraciones, moverse como pez en el agua y entrar en estrecho contacto con el alma de una tierra en la que lleva trabajando diez años. -La cooperación española comenzó años antes de la «intifada», ¿esto ha supuesto un cambio de rumbo? -La intifada ha reorientado los proyectos de cooperación para responder al deterioro de las condiciones de vida de la población. En estos momentos hay una situación de emergencia que tratamos de paliar, aunque, por supuesto, la finalidad última de nuestra ayuda es fomentar los proyectos a medio y largo plazo, que apuestan por el desarrollo y la calidad de vida futura de los palestinos. -¿En un futuro Estado palestino? -No es ningún secreto que España apoya y apuesta por la creación de un Estado democrático palestino. -¿Cómo es esta ayuda de emergencia? _Son programas urgentes que contemplan las necesidades básicas cotidianas. Fundamentalmente, la ayuda alimentaria, cuyos productos adquirimos en el mercado local, y sanitaria, con el apoyo de unidades médicas móviles que acceden hasta las zonas rurales aisladas o la incorporación a los proyectos de mano de obra palestina, para crear el mayor número de puestos de trabajo. -¿Qué proyectos tiene en curso? -En los últimos años rehabilitamos y construimos 15 escuelas con tres millones de euros. Ahora estamos poniendo las bases de la primera escuela española en Ramala y financiamos becas de posgrado en España y lectorados de español en universidades palestinas. -¿Y en temas de salud? -Hemos ampliado o construido más de una docena de clínicas, sin olvidar la atención domiciliaria a discapacitados. Además estamos rehabilitando el casco histórico de Hebrón, haciendo un museo en el convento armenio de Belén y pensamos abrir una escuela taller para recuperar oficios relacionados con la restauración. Y trataremos de preservar la memoria histórica española en Tierra Santa, presente en muchas iglesias, como la de San Juan de la Montaña, en Ein Karem, que ha recibido muchas donaciones de la casa real. -Uno de los sectores más potenciados por la agencia es el agrícola, ¿no? -Sí, gracias al plan Azahar, que cubre la cuenca Mediterránea, y que cofinancian los gobiernos balear y el murciano, promoviendo la gestión sostenible del agua, la regeneración del medioambiente, la creación de invernaderos y sistemas de riego, y la capacitación de técnicos y agricultores, sobre todo en la franja de Gaza. -¿La Xunta de Galicia participa de alguna forma? -No, al menos en ninguno de nuestros proyectos en Palestina. -¿Ni cuando el verano pasado trajeron ustedes a Luar na Lubre? _(Risas) Pues no, pero ¿a que fue muy emocionante oír las gaitas en Jerusalén?. Y de paso rompimos los tópicos culturales de la gente. -¿Qué le dice Xorxais? -¡Uff!, sin duda la llamada de mis raíces. Es un pequeño lugar perdido entre los castaños de las montañas ourensanas de O Bolo, al que siempre quiero volver.