EE.UU. mantiene sus tesis un año después de la invasión de Irak
INTERNACIONAL
La Administración Bush sostiene que «las armas de destrucción masiva se encontrarán». «De no hallarlas, la guerra para acabr con Sadam sigue mereciendo la pena», dijo Condoleeza Rice.
15 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.Un año después de la invasión de Irak, el Gobierno estadounidense continúa defendiendo la teoría de las armas de destrucción masiva. «Se encontrarán, pero incluso en el caso de no hallarlas, la guerra para acabar con Huseín sigue mereciendo la pena. El líder iraquí representaba al régimen más peligroso en la región más conflictiva del mundo», declaró Condoleezza Rice, consejera de Seguridad, el pasado domingo. Aniversario A medida que se acerca el aniversario de la invasión, el próximo viernes 19 de marzo, los principales responsables de la Administración Bush cierran filas en su justificación de la guerra. El secretario de Estado, Colin Powell, apuntó que Sadam nunca abandonó su intención de poseer armas de destrucción masiva y que tenía «la capacidad e infraestructura para desarrollarlas». Por su parte, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, se negó a aceptar el fallo de los servicios de inteligencia. «Hay que esperar a las conclusiones finales antes de buscar culpables, porque 1.200 inspectores continúan buscando armas en un país del tamaño de California», manifestó Rumsfeld. Los demócratas culpan al presidente de su incapacidad para construir una coalición internacional y de haber metido a Estados Unidos en un conflicto con grandes costes en vidas y presupuesto, además de haber ocultado información de forma intencionada. «No hemos encontrado las armas, pero eso no significa que lo supiéramos antes de la guerra. Fuimos a la ONU con toda la información. No se ocultó nada», declaró Powell a este respecto. Mientras, en Irak han vuelto a surgir diferencias en el seno del Consejo de Gobierno, sólo una semana después de la firma de la Constitución interina. Ahora es sobre el papel que las Naciones Unidas deberán tener en la formación del Gobierno tras el 30 de junio. Son influyentes chiíes los que no quieren la ayuda del organismo internacional ni de los expertos.