Pyongyang rechaza el paso de ayuda por tierra para las víctimas del tren
INTERNACIONAL
Propone que el traslado de los productos se efectúe por vía marítima Rusia y Estados Unidos ofrecen su colaboración humanitaria a las víctimas.
26 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Corea del Norte se negó ayer a autorizar el paso por su frontera con Corea del Sur de la ayuda que este país le ha ofrecido para las víctimas de la explosión registrada el pasado jueves en la estación ferroviaria norcoreana de Ryongchon, que causó 161 muertos y entre 60 y 70 heridos graves (de un total de 1.300 heridos), según informaron responsables de la Cruz Roja local. Si bien, fuentes de Pyongyang cifraron los muertos en 150 y la ONU en 176, de los que 79 serían niños, según la agencia china Xinhua. El portavoz de la Cruz Roja de Corea del Sur, Moon Won-Il, explicó que Pyongyang no ha justificado su negativa. «Han propuesto que el traslado se haga por el puerto de Nampo (suroeste) antes que por vía terrestre», precisó un responsable del Ministerio de Unificación surcoreano, Hong Jae-Hyun, encargado de las relaciones entre las dos Coreas. Creen que la razón sería que les preocupa la seguridad. Fuentes no oficiales del Sur recordaron el orgullo norteño y los recelos del hermético Gobierno comunista para evitar que su población sepa que recibe ayuda del país vecino. La frontera intercoreana, levantada durante la guerra de 1950-1953, es la más vigilada del mundo, con 1,1 millones de soldados en el Norte y 600.000 en el Sur. Según la Cruz Roja, la diferencia entre que la ayuda pase por la frontera y que llegue por mar es de cuatro horas a dos días. Seúl prometió un millón de dólares en tiendas de campañas, alimentos y medicinas para los miles de personas sin techo a causa de la explosión de varios vagones cargados con nitrato de amonio e hidrocarburos, causada por un cortocircuito. Rusia ofreció el envío de un avión con 30 toneladas de ayuda y EE.UU. anunció su ayuda a través de la ONU. «Estamos trabajando con las Naciones Unidas y haremos un ofrecimiento, alguna ayuda financiera, y esperamos ver cuáles son las necesidades y qué otra cosa podríamos hacer», aseguró el secretario de Estado, Colin Powell. Añadió que el gesto sería esencialmente humanitario, y que no significa una flexibilización de la postura de Washington.