Con dos órdenes de captura internacional y desde su voluntario «exilio» en Chile, Menem asegura que el suyo fue uno de los mandatos más brillantes en la presidencia argentina
10 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La semana pasada llegó al Tribunal Supremo de Chile la primera petición de extradición contra el ex presidente argentino, Carlos Menem, sobre el cual pesan ya dos órdenes de captura internacional. Una segunda orden de extradición podría llegar en los próximos días. Por cuatro veces, el ex mandatario se ha negado a comparecer en Buenos Aires para declarar en tres causas diferentes por las que está siendo investigado. Menem alega que tiene un brazo roto y escayolado -desde hace cuatro meses-y que ello le impide viajar. «Toque, toque¿», invita al periodista a comprobar que lleva la escayola. El ex presidente se siente perseguido políticamente. Recibe a La Voz de Galicia en el lujoso piso de Santiago de Chile, situado en el exclusivo sector de Las Condes, donde reside desde enero con su esposa chilena, la ex Miss Universo Cecilia Bolocco. -Si, como asegura, no ha delinquido, ¿por qué no quiere acudir a declarar a Buenos Aires? -En los pasillos de los tribunales, mis abogados recibieron información de que si llegaba a Argentina me iban a detener inmediatamente. Soy objeto de una persecución de porte netamente político desde que decidí no presentarme a la segunda vuelta de las elecciones. Es lamentable que se dé en la actualidad lo mismo que me ocurrió ante los gobiernos militares. Los jueces están presionados por el Gobierno y especialmente por el ministro de Justicia, Gustavo Béliz. -En la causa que ha motivado la petición de extradición, por el juez Jorge Urso, se le investiga por el supuesto pago de un sobreprecio de 60 millones de dólares en la construcción de dos prisiones bajo su mandato. -Imaginará que el presidente no puede estar controlando cuántos ladrillos se van a poner en la cárcel y cómo va a ser la alambrada. Esa investigación es absurda y canallesca. -El juez Norberto Oyarbide le imputa «omisión maliciosa» por no declarar una cuenta en Suiza con 600.000 dólares. -Yo no tengo ninguna cuenta en Suiza. Todo es un invento, una difamación. La cuenta era de mis hijos y de mi ex mujer. -Perdone la impertinencia, pero si dice que no tiene nada, ¿de qué vive? -Tengo un estudio jurídico en Buenos Aires con tres abogados más y otros profesionales. Y los viñedos y el establecimiento bodeguero que heredé de mi padre. -Entonces, ¿no necesitó de la política para hacer dinero? -Económicamente estaba mucho mejor antes de mi carrera política que ahora. Mi padre siempre me decía: «No te metas en política, hijo, porque si lo haces vas a tirar tu honra a los chanchos (cerdos)». Y tenía razón, pero pese a todo cumplí uno de los mandatos más brillantes de la presidencia de la República Argentina, comparable tan sólo al de Perón. -Un tercer juez, Sergio Torres, lo acusa de abuso de autoridad en la cesión de unos terrenos durante su presidencia. -Eso lo vamos a resolver rápidamente. No me tiene preocupado. Ninguna de las causas me tiene preocupado lo más mínimo. Estoy convencido de que todas se van a sobreseer. Ruego a Dios que investiguen para que quede sin mácula el nombre y apellido, no sólo mío, sino de mis familiares, de mi mujer y de mi hijo. -¿Va a pedir asilo en Chile? -No, no tengo necesidad. Por ahora estoy como ciudadano argentino, en tránsito, con la visa correspondiente. -¿No cree que su presencia en Santiago es un problema para el presidente Ricardo Lagos? -Nada que ver. Lo único que hace el Gobierno chileno a través de la cancillería es derivar el pedido de extradición al Supremo. El poder Ejecutivo chileno no tiene injerencias en las autoridades del poder Judicial, a diferencia de Argentina. -¿Qué opinión tiene del presidente Néstor Kirchner? -Es un autoritario. Lamento lo que ha tenido que soportar y está soportando el capital que llegó a Argentina durante mi gestión, que fue mucho y que posibilitó nuestra modernización y el buen funcionamiento del Estado. Ahora está cuestionado, atacado por este presidente por el solo hecho de ser empresarios. No sabe nada de relaciones internacionales y menos de economía. -¿La crisis del gas y la ruptura del protocolo de integración gasífero con Chile serían ejemplos?, porque hay empresas españolas implicadas, como Repsol-YPF, con las cuales Kirchner mantiene una pugna abierta. -Es uno de tantos ejemplos. Hace un tipo de política que no comparto. Además yo soy quien firmó ese acuerdo entre Argentina y Chile. Me parece una total y absoluta falta de conocimiento de cómo se manejan los temas a nivel internacional por parte de Kirchner. -¿Por qué quiere volver a presentarse a la presidencia? -Porque quiero ser útil a mi patria y soy un político de raza. -¿Teme que todos estos procesos judiciales perjudiquen su imagen? -Estas causas están abiertas desde antes de las anteriores elecciones, que yo gané en primera vuelta. -¿Cree que Argentina va por mal camino? -Así como va, si no rectifica el rumbo, seguro. En el último año y medio quebraron o cerraron 54.000 empresas. -¿Volverá la crisis? -Estamos en crisis. -¿Qué opina del triunfo de Zapatero? -La voz del pueblo es la voz de Dios. No tengo nada que decir. Soy amigo de Felipe González, que hizo una buena presidencia. Lo mismo digo de Aznar. -¿Le parece bien la retirada de tropas españolas de Irak? -Quien promete cosas en una campaña electoral, tiene que cumplirlas.