Análisis | 60º aniversario de la fundación de Naciones Unidas Naciones Unidas celebra hoy con una ceremonia deslucida sus 60 años de vida. No irá Bush, ni Rice, ni Annan. Los escándalos y las reformas pendientes cuestionan su papel
25 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Naciones Unidas está hoy de cumpleaños, aunque para muchos sea el más triste de su historia. Amenazada y debilitada por serios escándalos de corrupción, blanco de las críticas de Washington e inmersa en la reforma más ambiciosa de sus 60 años, el organismo se encuentra en una complicada encrucijada de la que depende su futuro. Los actos de celebración de la firma de la Carta fundacional se celebran en San Francisco, ciudad donde el 26 de junio de 1945 unos 50 países se comprometieron, en 19 capítulos y 111 artículos, a cumplir sus objetivos básicos: «mantener la paz y la seguridad internacionales» y «respetar el principio de igualdad de los derechos de los pueblos». Si bien los principios siguen siendo los mismos, mucho ha cambiado el mundo en este tiempo. Con la llegada del nuevo milenio llegó también la mayor crisis del organismo, cuyo prestigio y relevancia están en caída libre. Como muestra valga que ni George W. Bush, ni Condoleezza Rice estarán en San Francisco para celebrar la efeméride, como tampoco Kofi Annan. ¿Desaire, indiferencia? ¿Cuándo comenzó la crisis de Naciones Unidas? La guerra de Irak marcó un antes y un después en el organismo, que se resistió a respaldar las aspiraciones de EE.UU. de diseñar un nuevo orden mundial en el que el multilateralismo ha sido la principal víctima. El Consejo de Seguridad no legitimó la invasión, a pesar de las presiones de Washington, y quedó herido de muerte. ¿Por qué calificó Annan el 2004 como «annus horribilis»? Con esta expresión resumió el secretario general los 12 meses más delicados por los que ha atravesado la ONU. A la crisis de Irak, se sumaron nuevos escándalos y las críticas, desde dentro y fuera del organismo, se volvieron cada vez más duras. Los republicanos norteamericanos más conservadores llevan ya meses pidiendo la cabeza de Annan, que cuenta, de momento, con un frágil y condicionado apoyo de Washington. El motivo principal fue el destape del mayor caso de corrupción de su historia, el que afectó a su programa Petróleo por Alimentos para Irak, que entre 1996 y 2003 administró 64.000 millones de dólares, y que Sadam Huseín utilizó para enriquecerse con la ayuda de funcionarios del organismo, empresas y gobiernos occidentales. En la actualidad, hay varias investigaciones en marcha, siendo la principal la impulsada por el propio Annan y encabezada por Paul Volcker, que ya ha presentado dos informes preliminares pero que este verano publicará las conclusiones definitivas. Hasta el momento, sus pesquisas ya han costado el puesto a varios funcionarios, mientras que Annan sigue bajo sospecha al descubrirse que pudo mediar para que la empresa suiza Cotecna, en la que trabajaba su hijo Kojo, obtuviera un contrato. Pero este escándalo no ha sido el único que ha sacudido los cimientos del organismo. A él se han sumado los casos de abusos sexuales cometidos por cascos azules en misiones de paz, como la del Congo, y otras irregularidades en diversas agencias de la ONU. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la ONU? El mayor desafío al que se enfrenta es el de su reforma, la más ambiciosa e integral de sus 60 años, impulsada bajo la premisa de que la realidad del siglo XXI ha creado nuevas amenazas para la seguridad y la paz internacional que no puede abordar de manera efectiva. Por ello, Annan presentó hace unos meses su propuesta, basada en la que a finales del 2003 hiciera un panel de expertos nombrados por él mismo que concluyó que su sistema de toma de decisiones es anacrónico y sufre una profunda crisis de legitimidad. De entre sus múltiples recomendaciones, que afectan a todo el sistema de la ONU, todas las miradas están puestas en la reforma del Consejo de Seguridad, el órgano ejecutivo de la institución. El plazo fijado por Annan para que los 191 países miembros aporten ideas y soluciones concretas es el próximo mes de septiembre, cuando se inaugura la Asamblea General y que coincide con la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno que analizarán en Nueva York las «Metas del Milenio». ¿Qué son exactamente las Metas del Milenio? Fijadas en el 2000, dichas Metas identifican 8 objetivos que deberán ser alcanzados en todo el mundo en el 2015, entre los que destacan reducir el hambre y la pobreza a la mitad y frenar el Sida. El próximo septiembre se expondrán los avances conseguidos en estos compromisos. A la espera del profundo lifting al que sera sometida, y a pesar de las críticas, para la mayoría la ONU sigue siendo imprescindible. En su cuartel general de 38 plantas, muchos siguen recordando las palabras del sueco Dag Hammarskjold, segundo secretario general entre 1953 y 1961: «La ONU no llevará el planeta al cielo pero lo alejará del infierno».