?l periodista Eric Frattini indaga en su último libro, ONU. Historia de la corrupción (Espasa Calpe), en el fraude, derroche, sobornos, violaciones y otros asuntos en los que se ha visto envuelta la organización desde que se creó en 1945. El último escándalo que ha salpicado a la ONU, el programa Petróleo por alimentos que proporcionó 11.000 millones de dólares a Sadam Huseín y en el que Kofi Annan acaba de reconocer su responsabilidad, es, según el autor, un caso más entre los hallados en sus investigaciones. -¿Hasta qué punto Kofi Annan es responsable de lo que ha sucedido? -Tengo dos teorías sobre Annan. La primera es que debe dimitir sino por acción, por desconocimiento, y la segunda es que tiene que dimitir porque yo creo que es culpable, no porque él metiera la mano en la caja, sino por permitir que su hijo Kojo y su hermano lo hicieran. -¿Ha tardado demasiado en admitir su culpa? -La ocultación es una práctica habitual en la ONU. Se niega todo hasta que se hace evidente. Así se hizo con la implicación de la ONU en el genocidio de Ruanda. Butros- Gali y Annan negaron haber recibido un telegrama del general Romeo Dallaire detallando lo que pasaba. -En su libro habla de violaciones, robos, pederastia, acoso... no falta de nada. -Por desgracia no. He leído informes muy escabrosos. El problema ha sido que en vez de hacerlos públicos, durante sesenta años la ONU ha metido basura debajo de la alfombra y ha llegado un punto en que no le cabe más. -¿Es su libro un alegato a favor de su reforma? -Es un libro para que los políticos y los ciudadanos tomen conciencia de lo que es la ONU. Por supuesto, estoy a favor de la reforma porque creo que la ONU tiene que existir ante problemas como el sida, las guerras, el hambre o las catástrofes naturales. -¿Cree que las reformas previstas en la asamblea extraordinaria que se celebrará en unos días servirán para algo? -No porque la solución pasa por quitar el poder a los cinco miembros del Consejo de Seguridad y ampliarlo a países con gran influencia geoestratégica como Japón, Alemania, Brasil o Australia, lo que no pasará. Habría que empezar de cero porque es una institución que se ha quedado obsoleta. -Al margen la ONU, ¿qué otra institución podrá asumir su función? -A mi juicio ninguna porque instituciones como la UE son importantes a nivel económico, pero nada más.