La ONU crea el Consejo de Derechos Humanos, con la oposición de EE.UU.
INTERNACIONAL
La Asamblea General aprueba la primera gran reforma en la estructura de las Naciones Unidas El nuevo organismo sustituirá a la politizada y desacreditada Comisión de Ginebra
15 mar 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Tras meses de duras negociaciones, la Asamblea General de la ONU aprobó ayer la creación de un Consejo de Derechos Humanos -que sustituirá a la desprestigiada Comisión de Ginebra-, en la primera gran reforma en la estructura de las Naciones Unidas en décadas. Como ya había anticipado, EE.UU. votó en contra de lo que Kofi Annan y la amplia mayoría de los 191 países miembros calificaron como un paso histórico para fortalecer la defensa y promoción de los derechos humanos en el mundo. La resolución por la que se crea el nuevo organismo fue aprobada por 170 votos a favor, cuatro en contra (Estados Unidos, Israel, islas Marshall y Palau) y tres abstenciones (Venezuela, Irán y Bielorrusia). Washington, a través de su embajador John Bolton, expresó sus reticencias, al considerar que la nueva instancia no se diferencia lo suficiente de la anterior. No obstante, anunció que Washington no se quedará al margen, como algunos preveían, y que se sumará a los trabajos del nuevo Consejo, que seguirá reuniéndose en Ginebra. La principal diferencia con su antecesor es que estará integrado por 47 miembros en vez de 53, mientras que la Administración Bush sólo quería una treintena. Asimismo, y aunque seguirán en pie criterios para una distribución regional equitativa, los miembros, con mandatos de tres años, serán ahora elegidos por mayoría absoluta de la Asamblea General (96 países) en vez de mayoría simple. Washington prefería que el listón fuera de dos tercios. Otra de las «mejoras» incluidas en la resolución aprobada es el establecimiento de mecanismos para evitar que países con reconocido historial de violación de los derechos humanos puedan formar parte del Consejo. También fija reglas para asegurar que si un país los viola pueda ser sancionado. Esta era la principal crítica de la actual Comisión, que permitía que se sentaran en su seno naciones como China, Sudán, Cuba o Zimbabue, con dudosa credibilidad, y que obstaculizaran el proceso para rendir cuentas a la comunidad internacional. La nueva instancia, que comenzará a funcionar el 16 de junio, se reunirá tres veces al año por un período de diez semanas, mientras que la vieja Comisión se reunía una sola vez al año por seis semanas.