Más de 500 muertos y cientos de desaparecidos por un tifón en Filipinas

La Voz AFP | LEGAZPI

INTERNACIONAL

DENNIS M. SABANGAN

Numerosas viviendas han quedado sepultadas por un alud de lodo Los equipos de socorro no han podido llegar a varios pueblos, que permanecen aislados

01 dic 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

Al menos 500 personas han muerto y varios centenares están desaparecidas a causa de un gigantesco alud de barro en el este de Filipinas, tras el paso del tifón Durian , según indicó ayer una portavoz de la Cruz Roja filipina. Por el momento, se ha confirmado la muerte de 388 personas y la desaparición de 96, informó Teresa Arguelles, portavoz de la organización. Todos los muertos se registraron en la provincia oriental de Albay, precisó, advirtiendo que se temía que el balance de víctimas aumentase cuando los equipos de socorro llegaran hasta los lugares que están aislados debido a las malas condiciones climáticas. Por su parte, la presidenta de Filipinas, Gloria Arroyo, ordenó al Ejército una operación de socorro «masiva», aplicable al conjunto del país, donde miles de personas están refugiadas en centros de evacuación, y que se desembolsaran 15 millones de euros de fondos especiales para ayudar a los damnificados. «Que los soldados ayuden en todas las actividades de socorro, en la asistencia médica, en la limpieza de las calles, en el restablecimiento de la electricidad y en ayudar a las personas bloqueadas», declaró. El tifón, que alcanzó vientos de hasta 190 kilómetros por hora y ráfagas de 225 kilómetros por hora, afectó a Albay durante la noche del jueves, provocando lluvias torrenciales. En esta región, situada en la ladera del volcán Mayon, las precipitaciones se mezclaron con las cenizas volcánicas y desencadenaron un alud de lodo que alcanzó los techos de varias viviendas. El trabajo de los equipos de socorro se vio obstaculizado por los cortes de electricidad, de las líneas telefónicas y de las redes de agua potable en buena parte de la península de Bicol, donde se encuentra este volcán, a 350 kilómetros de Manila. El responsable provincial de las operaciones de socorro, Cedric Daep, indicó que 108 cuerpos fueron extraídos del torrente de lodo que sepultó numerosas casas en Daraga, Busay y Santo Domingo. Unas 14.000 personas habían sido evacuadas de la región de Bicol antes de la llegada del tifón. Roel Ilarena, un habitante del poblado de Padang, calculó que 500 personas podrían haber quedado sepultadas. Por el momento, cuarenta militares fueron desplazados ayer por la tarde a la región de Mayon. Un helicóptero Hércules C-130, con material y socorristas, despegará hacia esa misma zona esta mañana. El aeropuerto de Legazpi, la principal ciudad de la región, fue cerrado debido a los escombros que obstruyen las pistas y a los cortes de electricidad. Buena parte de Legazpi está inundada. El tifón Durian se debilitó después de pasar cerca de Bicol el jueves por la noche. Ayer, la depresión se desplazaba hacia el oeste, en dirección a la isla de Mindoro. Esta catástrofe se produce cuando el archipiélago filipino se recupera todavía de los efectos del tifón Cimaron , el más poderoso de los que afectaron al país en los diez últimos años. Cimaron causó 38 muertos y desaparecidos en octubre. Otro tifón, el Xangsane, pasó por Manila en septiembre. Entonces perecieron más de 200 personas.