Desde la antigua metrópoli, el primer ministro británico, Gordon Brown, describió el régimen de Robert Mugabe como «una camarilla criminal y vergonzosa que no debe ser reconocido por nadie».
En su intervención en los Comunes, Brown prometió presionar para que la UE imponga más sanciones a Harare. «El actual Gobierno, sin mayoría parlamentaria, habiendo perdido la primera vuelta de las elecciones y manteniendo el poder solo por la violencia , es un régimen que no debería ser reconocido por nadie», dijo tras señalar que Londres no lo reconocía como «legítimo».
Asimismo prometió una ayuda para la reconstrucción si el país restablece la democracia. El líder conservador, David Cameron, agregó que la ONU debería investigar posibles abusos de derechos humanos para poder interponer acciones criminales contra los responsables en un Zimbabue pos-Mugabe.