Tejas ejecuta a un reo mexicano pese a la orden en contra por parte de la CPI

EFE

INTERNACIONAL

La decisión última quedaba en manos del gobernador de Texas, Rick Perry.

06 ago 2008 . Actualizado a las 09:57 h.

Una leve esperanza renació entre familiares del reo mexicano José Medellín, cuya ejecución en Texas (EEUU) programada para las 18.00 local (01.00h en España) quedó a la espera de que el Tribunal Supremo decidiera sobre si seguía adelante. Con la negativa, la única vía para detener lo que la Corte Penal Internacional había ordenado era el gobernador del Estado, que ya anunció que no habría clemencia llegado el caso. Y en efecto, a las 2.55 GMT (4.55 en España) moría.

Antes de recibir la inyección letal, Medellín, de 33 años, pidió perdón por el brutal crimen por el que había sido condenado, la violación y asesinato de dos adolescentes en Houston, en 1993.

«Siento el dolor que he causado, por favor no odien. Que esto les otorgue la compensación emocional que están buscando», dijo mirando a las familias de las víctimas, antes de dirigirse al policía que le custodiaba con sus últimas palabras, «estoy listo».

Medellín fue condenado a muerte en 1994 por la violación y asesinato de Jennifer Ertman, de 14 años, y Elizabeth Peña, de 16, a las que él y otros cinco miembros de su pandilla violaron, golpearon y finalmente ahorcaron con un cinturón.

El reo, vestido con uniforme blanco, estaba tranquilo y se volvió un par de veces a mirar a los testigos que le acompañaban para decirle que les quería.

Medellín, que había pedido expresamente que ninguno de sus familiares estuviera presentes en el momento en el que se le aplicara la inyección letal, estuvo acompañado de su amiga Sandra Crisp y de sus abogados. Según dejó dispuesto, Crisp recibirá sus pertenencias y será la responsable de decidir qué hacer con su cuerpo.