Arnold Schwarzenegger y Giuliani intentan dar un impulso de última hora a la campaña del candidato conservador
01 nov 2008 . Actualizado a las 14:14 h.Haciendo honor a la noche de los espíritus de Halloween, John McCain y Barack Obama trataron ayer de espantar el fantasma de la derrota a tan solo cuatro días de las elecciones y después de que ambos candidatos decidieran centrar sus esfuerzos en los estados clave. Después de que una nueva encuesta revelara que al menos uno de cada siete votantes permanece todavía indeciso en el país de las libertades, la estrategia de Obama volvió a centrarse en conseguir los estados que dieron la victoria a George W. Bush, mientras que McCain lucha estos días por retener aquellos tradicionalmente conservadores. Algo que no es tarea fácil para el republicano porque, según indican las últimas encuestas, podría caer derrotado en su propio estado, Arizona.
En un último tirón, ambos candidatos han decidido sumar a sus campañas a personalidades destacadas de sus partidos. Así, Barack Obama recurrió a los históricos Al Gore y Hillary Clinton, quienes ayer participaron en dos mítines diferentes celebrados en el estado de Florida. Mientras, John McCain consiguió a última hora el apoyo del gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que al cierre de esta edición tenía previsto aparecer junto al candidato en un acto en el estado de Ohio.
Llega «Terminator»
Considerado como uno de los estados obligatorios en la lista del partido rojo si quieren llegar a la Casa Blanca, horas antes del encuentro entre Terminator y el senador por Arizona, otra peso político del partido, el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani apareció ante los votantes de Ohio para asegurar que solo «John McCain luchará por vosotros y por vuestros impuestos».
Unas palabras que estarían destinadas sobre todo a intentar dar la vuelta a unas encuestas que ayer seguían dando hasta ocho puntos de ventaja a Barack Obama en Ohio. «Sé que ningún republicano ha conseguido llegar al Despacho Oval sin vosotros -aseguró el veterano de guerra-, pero también sé que Ohio no ha votado demócrata desde John Fitzgerald Kennedy y que por eso aquí ganaremos».
Un optimismo que no parece corresponderse con el aluvión de encuestas que lo sitúan hasta ocho puntos por debajo de su rival a nivel nacional, como la publicada ayer por el periódico The Washington Post y la cadena ABC. McCain tiene dificultad para tratar de convencer a los votantes de su promesa de cambio, ya que, según ese sondeo, más del 50% de los encuestados creen que seguirá aplicando las mismas políticas de Bush.
Además, Obama consolida su ventaja en estados codiciados como Virginia, Florida y Ohio, y también en Carolina del Norte, Misuri, Colorado y Nevada, según Realclearpolitics.com.
La derrota más amarga
La derrota más amarga, sin embargo, podría ocurrir en su propio estado de Arizona, por el que McCain es senador desde hace casi dos décadas. De acuerdo con la última encuesta de la Universidad del Estado de Arizona (ASU), el republicano tiene el 46% de los votos a su favor, frente a un 44% de Obama. Este resultado es un empate virtual, dado que el margen de error de la encuesta es de 3 puntos.
Obama no está dispuesto a perder esta oportunidad de oro, y ayer mismo su equipo local lanzó un nuevo esfuerzo de anuncios publicitarios en ese estado fronterizo con México para tratar de asegurarse la victoria. «Tenemos una gran organización en marcha en Arizona. Si su estrategia acaba funcionando no sería ni mucho menos la primera vez que en un candidato acaba perdiendo en casa, como les pasó a Al Gore y a George McGovern, ambos candidato demócratas, en Tennessee y Dakota del Sur en el 2000 y 1972», explicó el mánager de la campaña demócrata, David Plouffe.