La velocidad de acontecimientos en la transición hacia la Administración de Barack Obama va pareja a la expectativa por conocer la composición de su futuro Gobierno.
Rebajada la euforia luego de una victoria sin discusión ante el republicano John McCain, al que derrotó por casi ocho millones de votos (52% contra 46%), el presidente electo comienza a perfilar el Ejecutivo con el que deberá abordar la crisis económica que padece Estados Unidos y las guerras en Irak y Afganistán.
El futuro inquilino de la Casa Blanca solo dio a conocer el primer nombre de su equipo, Rahm Emanuel, que ejercerá como jefe de gabinete. Aunque se esperaba para ayer el nombramiento de Robert Gibbs, estratega de comunicaciones de la campaña electoral, como el nuevo portavoz de la Casa Blanca, la designación al final no se produjo. Stephanie Cutter descartó cualquier anuncio en breve, cortando así las especulaciones que apuntaban a que el presidente electo iba dar a conocer ayer los nombres de su Gobierno.
Ante la falta de noticias, la prensa lleva días haciendo quinielas sobre los miembros de la Administración entrante.
Las más solicitadas
La cartera que más expectativas produce es la del Tesoro (el equivalente al Ministerio de Economía), en un momento en que el país se enfrenta a su peor crisis financiera desde la Gran Depresión de los años treinta y en el que las perspectivas para la economía estadounidense apuntan a una recesión en el 2009 (que el FMI pronosticó el jueves en un retroceso del crecimiento del 0,7%).
Entre los candidatos para tan complicado puesto se cita a Larry Summers y a Robert Rubin, que ya ocuparon ese cargo durante los años de Bill Clinton. También suenan los nombres del presidente y ex presidente de la Reserva Federal de Nueva York, Tim Geithner y Paul Volcker, respectivamente. Sin embargo, algunos observadores en Washington no descartan la posibilidad de que la persona elegida sea un nombre nuevo y sin vinculación con empresas que actúan en los mercados de valores, a las que Barack Obama criticó durante la campaña y atribuyó parte de la responsabilidad de la crisis
Tras las del Tesoro, las especulaciones se centran en los futuros jefes de los departamento de Estado y de Defensa. Lo ideal sería que los tres cargos estén ya definidos cuando el nuevo Congreso se reúna el 3 de enero, para que su confirmación sea casi inmediata.
Como jefe de la diplomacia suena con fuerza Bill Richardson, que cuenta con uno de los mejores historiales de los candidatos. Es gobernador de Nuevo México y fue embajador ante las Naciones Unidas y secretario de Energía con Bill Clinton. De llegar a buen puerto su nombramiento, se convertiría en el latino que más alto llega en Estados Unidos. Otros candidatos son los senadores John Kerry y Christopher Dodd. El candidato ideal era Joe Biden, al que incluso sus rivales en el Senado identifican como el mayor experto en política internacional en el Senado, pero él será el vicepresidente.
Como secretario de Defensa, los medios especulan con que Obama podría conservar a Robert Gates para preparar la transición en Irak. Después del tormentoso mandato de Donald Rumsfeld, el ex director de la CIA se ganó el respeto de ambos partidos con una gestión dura por dentro y de bajo perfil por fuera.
Powell, a Educación
El general retirado Colin Powell suena para la cartera de Educación, aunque algún medio no descarta que ocupe la de Exteriores. Powell dio un decisivo apoyo al demócrata Barack Obama durante la campaña electoral, pese a militar en las filas republicanas y ser amigo de John McCain.
Las quinielas también colocan a Janet Napolitano, gobernadora de Arizona e integrante del equipo de transición, en el cargo de fiscal general del Estado (equivalente al ministro de Justicia), ocupado en la Administración Bush por el polémico Alberto Gonzales. También suenan los gobernadores de Massachusetts, el afroamericano Deval Patrick, y el de Virginia, Tim Kaine.
Por otra parte, se cree que un miembro del clan familiar Kennedy, Robert F. Jr. (hijo del asesinado Bob y por tanto sobrino de JFK), ocupe la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés). Valerie Bowman Jarrett, abogada y empresaria nacida en Irán es considerada la probable secretaria de Transporte o posible sucesora de Obama en el Senado.
Después de formar parte del equipo de transición, Susan Rice podría convertirse en la asesora de Seguridad Nacional de Barack Obama, un cargo que resulta clave en el organigrama de cualquier Casa Blanca. También se le menciona como candidata para liderar el Departamento de Estado.