Siete ex directores de la agencia envían una carta al presidente del país para que pare la investigación
20 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Directores de la CIA que han trabajado tanto en Gobiernos republicanos como demócratas de los últimos 35 años han enviado una carta a Obama para que detenga la investigación de los interrogatorios a sospechosos de terrorismo. En el texto le dicen que esos casos ya fueron examinados con anterioridad. Y añaden que su reapertura puede conseguir que sea más difícil que los agentes de inteligencia asuman riesgos a partir de ahora, ya que pueden pensar que en el futuro podrán ser investigados.
Los siete ex directores que trabajaron en los Gobiernos de los ex presidentes Nixon, Bush padre, Clinton y George W. Bush dicen también sobre los funcionarios que realizaron los interrogatorios que «esos hombres y mujeres que llevan a cabo tareas difíciles tras los atentados del 11 de septiembre deben saber que las normas legales que rigen sus acciones son permanentes».
El asunto fue reabierto por el fiscal general, Eric Holder, el pasado 24 de agosto, cuando nombró a un fiscal especial, John Durham, para que investigara algunos casos de supuestos abusos contra detenidos que fueron estudiados y cerrados sin sanciones durante el Gobierno de George W. Bush.
La carta de los ex directores de la CIA hace además una advertencia a Obama. Le dicen que la nueva investigación solo servirá para divulgar información sobre el pasado que «puede ayudar a Al Qaida». Y también reprochan al Ejecutivo que a partir de ahora será muy difícil convencer al espionaje de otros países de que se pueden confiar secretos a Estados Unidos. Por el momento, el departamento de Justicia solo ha dicho que «no se va a perseguir a nadie que actuara de buena fe».
Por otra parte, el presidente Obama se refirió a las declaraciones de Jimmy Carter sobre que los ataques a la reforma sanitaria estaban inducidos por el racismo. Obama declaró que esa no es la cuestión principal. A su juicio, detrás de esas críticas está el debate sobre el papel del Gobierno en la vida de los ciudadanos. Un viejo debate siempre presente en la sociedad norteamericana.