Irlanda del Norte salva el proceso de paz tras otro viernes «santo»

Imanol Allende

INTERNACIONAL

El pacto pone fin a semanas de crisis y marca, según Brown, un nuevo capítulo para el Úlster

06 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Ha tenido que ser otro viernes, lejano del Viernes Santo de 1998 en el que se firmó el acuerdo de paz, cuando los políticos norirlandeses han logrado rescatar el proceso de paz de un punto muerto

que hacía peligrar la estabilidad del Úlster. Apremiados por Londres y Dublín y tras jornadas maratonianas de negociaciones, los unionistas del Partido Unionista Democrático (DUP) y del Sinn Féin llegaron ayer a un acuerdo para el traspaso de las competencias en policía y Justicia. Un acuerdo pendiente desde hace tres años y presentado como la culminación del proceso de paz.

Diez días han tardado los políticos norirlandeses en alcanzar un acuerdo sobre la transferencia de estas competencias de Londres a Belfast, trasvase que tendrá lugar el 12 de abril. La disputa se agravó por la renuncia temporal de Robinson tras el escándalo sexual y financiero de su mujer.

El anuncio de la unanimidad lo dio Peter Robinson, líder de DUP y ministro principal de Irlanda del Norte, acompañado por su viceministro principal, Martin McGuinness, del Sinn Féin, y los primeros ministros, el británico, Gordon Brown y el irlandés, Brian Cowen.

Brown elogió la tenacidad de los políticos del Úlster por alcanzar un acuerdo. «Estamos cerrando el último capítulo de una historia larga y turbulenta, y abriendo un nuevo capítulo para Irlanda del Norte. Este es el día en que nos han asegurado el futuro», indicó. «Es un gran paso para lograr paz, estabilidad y seguridad», enfatizó Cowen.

La sede de Justicia

El acuerdo fue alcanzado después de que el DUP, cediera a la demanda del Sinn Féin para que el Ejecutivo norirlandés contara con su propio Ministerio de Justicia, con sede en Belfast. Además, establece que el futuro jefe de la policía norirlandesa será responsable de la dirección operativa y el control de todo el cuerpo, además de la aplicación de las políticas y objetivos establecidos por el nuevo Departamento de Justicia y la Junta de Policía.

Respecto a los desfiles, el acuerdo establece un grupo de trabajo para explorar, como quería el DUP, la posibilidad de que las rutas de las marchas orangistas se negocien entre los residentes de los barrios católicos por donde transcurren los desfiles. Si la mediación fracasa no habrá recurso a la resolución judicial de un órgano compuesto por personas con experiencia jurídica.

De no haberse alcanzado un acuerdo político, el riesgo era enorme, ya que hubiera supuesto un incentivo para seguir actuando por parte de los grupos republicanos disidentes que aún mantienen la lucha armada. Estos han intensificado recientemente sus actividades y son los responsables de la muerte de dos soldados el año pasado.

Shaun Woodward, el ministro británico para Irlanda del Norte, dijo que el acuerdo demuestra a los grupos disidente que ya no cuentan con apoyo. «Tienen que reconocer que el juego se ha terminado. Lamentablemente, creo que algunos de ellos siguen aferrándose a la violencia del pasado como la única manera de resolver las dificultades, pero ya no cuentan con el apoyo de la comunidad».