Fuegos artificiales en el Tíbet y posibles represalias de Pekín en la cumbre del desarme nuclear

La Voz

INTERNACIONAL

19 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Si la visita del Dalái Lama a la Casa Blanca quedó en la penumbra en Washington, en el Tíbet, sin embargo, sus seguidores celebraron con fuegos artificiales el encuentro. El tercero en discordia, China, ya había dado una prueba de lo serio se lo tomaba el Gobierno comunista este acontecimiento: su embajador en Washington, Zhou Wenzhong, ha tenido que postergar su jubilación durante un mes para ocuparse de un asunto tan delicado. Los analistas temen que, como represalia, el presidente Hu Jintao no acuda en abril a la cumbre de desarme nuclear convocada en Washington. El Dalái Lama además de estar con Obama, de cuyo encuentro no se divulgaron imágenes, también mantuvo una reunión tras las puertas del Departamento de Estado con Hillary Clinton, en una cita igual de sigilosa que la de su jefe, pese a que ya se había reunido con él en la Casa Blanca cuando era consorte del presidente. El Gobierno de Obama tuvo que encajar duras críticas el año pasado cuando le negó su hospitalidad en pro de allanar las relaciones con China, de cara a la visita que el demócrata realizó a ese país en noviembre. Era la primera vez desde que el Dalái Lama visitara EE.?UU. en 1991 en que un presidente le desairaba. Incluso George W. Bush le invitó a su residencia privada y le impuso públicamente la Medalla de Oro del Congreso.