Dicen que Ralph Miliband, padre de Ed y David, se regocijaría de alegría ayer en su tumba, situada a apenas doce metros de la de Karl Marx, en el cementerio londinense de Highgate. Ralph era un polaco judío que llegó a Inglaterra huyendo de los nazis, pero por encima de todo era un intelectual comunista orgulloso de su ideología, por lo que el éxito de su hijo menor, el más izquierdista de los dos, lo habrá llenado de felicidad, allá en el lugar donde descansen los comunistas. También se habrán mostrado felices los brownistas, ya que el nuevo líder es uno de los pocos fieles a Gordon Brown.
Edward Samuel Miliband, que nació el 24 de diciembre de 1969 y estudió en Oxford, es el plusmarquista de la política británica, un hombre que asegura que «la política es cuestión de saber aprovechar las oportunidades». En 1993 escribía los discursos de Harriet Harman y era asesor de Brown cuando este era chancellor . Debutó como diputado en Westminster en el 2005, y un año más tarde entró en el Gabinete, y a la edad de 38 años ya era ministro de Energía y Cambio Climático. Nada más presentar su candidatura a liderar el Partido Laborista, tres días después que su hermano, recibió el apoyo de 57 parlamentarios y de los líderes de los tres principales sindicatos británicos: el United, Unison y GMB.
Laboristas de puño en alto
Ed representa el laborismo de toda la vida, ese que defendieron ex líderes como lord Kinnock o Michael Foot, ese laborismo de puño en alto del que se alejó la formación cuando Tony Blair llegó al poder junto a su camarilla de nuevos intelectuales de la izquierda, comandados por Peter Mandelson y Alistair Campbell. Estos se sacaron de la manga el Nuevo Laborismo, una socialdemocracia descafeinada que la mayoría identificó como un robo a mano armada de la agenda del Partido Conservador, defenestrado tras quedar huérfano de Margaret Thatcher.
Ed vive con su novia Justine Thornton, con la que el año pasado tuvo un hijo. La mayor polémica a la que ha hecho frente fue cuando siendo ministro de Energía se vio obligado a reconocer que en su casa se utilizaban pañales de usar y tirar.