Los detalles del acuerdo con el que madre e hija entierran el hacha de guerra son «personales y confidenciales».
07 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La paz vuelve a L'Oréal. Liliane Bettencourt y su hija Françoise firmaron ayer un acuerdo con el que ponen fin a tres años de conflicto ante los tribunales de justicia y anteponen la reunificación de la familia a los intereses de terceros. Françoise retira todas sus acciones judiciales contra su madre, pero a cambio dos personajes clave desaparecen de la vida de esta: el fotógrafo François-Marie Banier y el administrador Patrice de Maistre, uno de los principales protagonistas del escándalo político que salpicó al ex ministro Eric Woerth cuando era tesorero de campaña de Nicolas Sarkozy.
Los detalles del acuerdo con el que madre e hija entierran el hacha de guerra son «personales y confidenciales», pero sí es público que será el yerno de la heredera de L'Oréal quien se encargará de dirigir la empresa que controla la fortuna de su suegra.
Cambios en la empresa
Liliane seguirá como presidenta y sus dos nietos entrarán en el consejo de control. El fotógrafo que ocupó durante estos últimos años el corazón de la millonaria y le sacó donaciones por encima de los mil millones de euros renuncia a sus prerrogativas a cambio de que cesen también las acciones penales contra él. La hija lo acusaba de haberse aprovechado de la debilidad de su madre.
«La decisión que Françoise y yo hemos tomado es para mí fuente de esperanza y corresponde a mi deseo de ver a la familia reunida», afirma la millonaria.
Durante tres años, su única hija intentó que los tribunales la incapacitaran al ver cómo el administrador Patrice de Maistre y el fotógrafo Banier abusaban de su confianza y disponían de su fortuna.
Pero aunque el folletón familiar acabe con final feliz, sus consecuencias políticas están aún por llegar. Fueron las cintas que François hizo grabar al mayordomo de su madre las que destaparon la presunta financiación ilegal con la que el administrador hizo participar a la millonaria en la última campaña electoral de Sarkozy. Su tesorero de entonces, Eric Woerth, colocó además a su esposa en la empresa que dirigía De Maistre y le compensó consiguiéndole la Legión de Honor, incurriendo en un presunto delito de tráfico de influencias.
Quedan también por explicar millonarios favores fiscales que Woerth habría hecho a la heredera de L'Oréal en su etapa de ministro de Presupuesto. Ante el choque del juez y la fiscal encargados de la instrucción en el Tribunal de Nanterre, el caso ha pasado a depender del Tribunal de Gran Instancia de Burdeos, que hace tres semanas que estudia el dosier. Han hecho falta tres semanas de negociaciones secretas para que madre e hija se reconcilien.