La Fiscalía sueca apela contra la libertad de Assange ordenada por un juez británico

Imanol Allende LONDRES/LA VOZ.

INTERNACIONAL

El fundador de Wikileaks seguirá en prisión otras 48 horas, mientras se tramita el procedimiento

15 dic 2010 . Actualizado a las 02:12 h.

Julian Assange, fundador de Wikileaks, deberá permanecer al menos hoy y mañana en prisión, después de que la decisión del juez Howard Riddle, del tribunal de Westminster, de ponerlo en libertad bajo fianza fuera apelada por la Fiscalía sueca. Suecia ha pedido la extradición de Assange por cuatro delitos sexuales, supuestamente cometidos contra dos mujeres. La libertad de Assange fue calculada por el juez británico en unos 282.000 euros en metálico. Solo siete días antes, el juez Riddle, denegó la libertad bajo fianza al considerar que había riesgo de incumplimiento.

El abogado inglés de Assange, Mark Stephens, calificó a las puertas del tribunal que el caso se está convirtiendo en un «juicio espectáculo, una persecución, no una acusación», y confirmó: «Volveremos a presentarnos ante el juez en 48 horas».

Además de la elevada fianza que debe de reunir el equipo legal de Assange, según Stephens «mediante donaciones de distinguidas personalidades», por ejemplo el cineasta Michael Moore, que ha donado unos 18.000 euros, otra de las condiciones impuestas para ponerlo en libertad es que el australiano ofrezca una dirección fija en el Reino Unido, para lo que Vaughan Smith, un ex oficial británico y dueño del Frontline Club de Londres, puso a su disposición su mansión en Suffolk. «Smith mantendrá a Assange si no bajo arresto domiciliario, sí bajo arresto en mansión», bromeó Geoffrey Robinson, uno de los abogados del acusado.

Además, Assange tuvo que entregar su pasaporte, tendrá que llevar una pulsera electrónica para saber en todo momento dónde se encuentra y deberá personarse ante la policía todas las tardes, entre las seis y las ocho, hasta su próxima cita judicial, el 11 de enero.

El furgón policial procedente de la cárcel de Wandsworth llegó hasta los tribunales sobre las dos de la tarde. Su presencia por segunda vez en los tribunales de Westminster congregó a cerca de un centenar de personas con pancartas en las que se pedía la puesta en libertad del australiano y en las que se podía leer «Assange no es un prisionero político» o «Esto no es 1984». Entre los presentes había personalidades de la vida pública británica, como Bianca Jagger o el periodista John Pilger. También se encontraba la madre de Assange, Christine.

El juez leyó a Assange las condiciones de su puesta en libertad bajo fianza, preguntó al detenido si entendía todo lo explicado y este respondió que sí. La abogada que representa a la Fiscalía sueca recordó al juez que «la Justicia de este país ya ha indicado que Assange es un riesgo [ante la posibilidad de fuga], y nada ha cambiado a este respecto». Los abogados de Assange advirtieron que no hay ningún cargo formal contra su cliente, por lo que se le presume la inocencia, lo que fue ratificado por el juez.

Por otro lado, el Gobierno británico está en alerta ante la posibilidad de que las páginas gubernamentales sufran ataques por partidarios de Assange.