Japón prohíbe entrar en la zona de evacuación de Fukushima

harumi ozawa TOKIO / AFP

INTERNACIONAL

Los afectados por la exclusión consideran injustificada la medida

22 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Japón prohibió ayer el acceso a la zona de evacuación de 20 kilómetros creada alrededor de la central nuclear accidentada de Fukushima para evitar el regreso de personas rescatadas, debido al elevado riesgo que representa para su salud. La prohibición, dada a conocer por el primer ministro, Naoto Kan, durante una visita al área afectada, permitirá un control más estricto de la zona, en la que residían algo más de 80.000 personas antes del desastre.

La mayoría fueron evacuadas en cuanto se advirtieron las primeras fugas radiactivas, pero todavía hay algunas, en su mayoría ancianos, que se resisten a dejar sus hogares. A falta de una cifra oficial, medios locales calculan en más de medio centenar las casas que siguen ocupadas y que ahora podrán ser desalojadas en virtud de la nueva orden.

La urgencia de la situación del 11 de marzo hizo además que los vecinos que se marcharon, alojados hoy en refugios temporales, dejaran atrás documentos de identidad, dinero, libretas bancarias o pasaportes, por lo que en las últimas semanas muchos habían regresado para recuperarlos. Este es el motivo por el que, pese a la nueva prohibición de paso, el Gobierno ha asegurado que concederá permisos especiales para que los residentes puedan entrar brevemente en la zona de exclusión para recuperar sus pertenencias.

Los permisos se darán a un solo miembro de cada familia, que podrá estar en el área un máximo de dos horas, enfundado en un traje protector y con un dosímetro para medir la radiación. Los que entren estarán acompañados por expertos de la central nuclear y, al salir de la zona, serán sometidos a un examen de radiactividad, según explicó el ministro portavoz, Yukio Edano.

De los permisos quedarán excluidos los vecinos que vivían a menos de tres kilómetros de distancia de la maltrecha planta nuclear, como medida de precaución en caso de que la situación empeore, según Edano.

Muchos evacuados expresaron sus reservas por la medida. «Decirnos que no entremos en la zona está injustificado cuando ni siquiera nos informan de las cifras de la radiación local», se lamentó un hombre evacuado.

«Es totalmente inaceptable que el Gobierno imponga una zona de prohibición. Aunque podamos ir momentáneamente, en una hora o dos no podremos hacer nada. El techo de mi casa ha desaparecido seguramente y no podré repararlo», se quejó un evacuado de Narahamachi, localidad cercana a la central. «Estamos preocupados porque no sabemos cuánto durará todo esto», declaró por su parte una mujer rescatada de Futabamachi.