Obama cicatriza heridas en la «zona cero» tras matar a Bin Laden

Victoria toro CORRESPONSAL / NUEVA YORK

INTERNACIONAL

«No olvidamos» a los que nos atacan, afirmó en el homenaje a las víctimas

06 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Barack Obama llegó ayer a la zona cero con el objetivo de cerrar el círculo abierto hace diez años. «Cuando decimos que no olvidamos, lo decimos de verdad», prometió en su primera visita como presidente a donde se erigían las Torres Gemelas, solo cuatro días después de la muerte del instigador del 11-S, Osama Bin Laden, a manos de un comando de élite.

La Casa Blanca evitó el triunfalismo y centró el mensaje en honrar a las 3.000 muertos el 11 de septiembre del 2001 colocando una corona de flores y guardando un minuto de silencio ante varios familiares. No hubo un declaración pública en la zona cero y Obama se limitó a decir unas palabras a los bomberos de la estación 54 de Manhattan, que perdió a quince miembros en los atentados.

Obama comenzó su discurso con una broma: «He venido a verlos porque oí que aquí se come muy bien». Y continuó explicando su visita: «Este es un lugar simbólico del sacrificio inmenso que se hizo aquel día horrible, hace casi diez años», dijo, y aseguró a los bomberos que espera que la noticia de la muerte de Bin Laden les ofrezca algo de consuelo. También afirmó que había ido hasta allí para darles las gracias por lo que hicieron aquel día.

Tras comer con los bomberos berenjenas a la parmesana y pasta que habían preparado ellos mismos, Obama visitó la primera comisaría de policía que respondió a las llamadas de emergencia el 11-S.

La visita no era fácil para Obama, que debía evitar un exceso de triunfalismo. Como había comentado el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, el presidente pretende «ayudar a los neoyorquinos y a los estadounidenses en general a pasar página».

Y a tenor de las declaraciones que algunos de los ciudadanos presentes en el lugar hacían parece que lo ha conseguido. «Ha sido un gesto maravilloso», aseguró el jefe del parque de bomberos. Y Alfred Douglas, uno de los obreros que trabaja en la reconstrucción del World Trade Center, aseguró: «Quiero decirle a Obama que ha hecho muy buen trabajo».

La ausencia de Bush

Obama no estuvo acompañado por el ex presidente George W. Bush, que declinó la invitación, pero sí estuvo el que era alcalde de Nueva York el 11-S, Rudolf Giuliani. La ausencia de Bush anuló la imagen de unidad más allá de bipartidismo -la oposición parece decidida a no dar tregua al presidente- que pretendía ofrecer Obama. La Casa Blanca se apresuró a asegurar que comprendía la decisión del ex mandatario, que aludió a su deseo de permanecer en la sombra. Según el diario Daily News, parte del rechazo de la invitación se debe a que Bush ve la visita de Obama como un «ruedo triunfal».

La que sí será mucho más festiva es la visita que tiene prevista hoy a Fort Campbell, en Kentucky, para rendir homenaje al equipo de la Nay Seal que acabó con la vida de Bin Laden el domingo en Pakistán.

Mientras tanto, Obama sigue subiendo en las encuestas. La última, publicada ayer, dice que su aprobación llega al 57%, la tasa más alta en los últimos dos años.