Nicolas Sarkozy propondrá al G-8 normas internacionales para Internet
INTERNACIONAL
En su opinión, la defensa de la infancia, la lucha contra el terrorismo y la protección de la propiedad intelectual son los principios que deben protegerse con normas mundiales.
25 may 2011 . Actualizado a las 11:45 h.Nicolas Sarkozy no espera grandes anuncios de la cumbre que está organizando para el jueves y el viernes en la localidad normanda de Deauville. La cita del G-8, que preside este año y que reúne a los siete países más ricos del mundo más Rusia, será «un espacio muy informal de discusiones muy amplias» donde se hablará sobre todo de la primavera árabe, la situación en Oriente Medio y el futuro nuclear después de Fukushima.
Y de posibles limitaciones a Internet. Sarkozy reunió ayer en Las Tullerías a los responsables de las empresas de la web para pedirles que la revolución que protagonizan no sirva «para extender el mal sin trabas». La defensa de la infancia, la lucha contra el terrorismo y la protección de la propiedad intelectual son los principios que deben protegerse con normas mundiales, en su opinión. Se trata del primer G-8 sobre la Red y sus conclusiones serán tema de reflexión para los jefes de Estado, que tendrán también en cuenta su papel en las revoluciones árabes.
Ayuda a Túnez y a Egipto
El Banco Mundial anunció ayer que facilitará a Túnez y a Egipto una ayuda de 6.000 millones de dólares a condición de que se comprometan a «una transición hacia más democracia» y «más economía de mercado», según fuentes del Elíseo. Europeos y americanos coinciden en que ninguno de los dos países debe cargar con las deudas de su pasado y necesitan ayuda «para pasar al siguiente nivel». Las pegas vendrán de Rusia, con la exigencia de Dmitri Medvédev de que termine la intervención de la OTAN en Libia.
Reforzado por la muerte de Bin Laden, Barack Obama buscará apoyos para su plan de paz que rechazan israelíes y palestinos y que pretende devolver las fronteras a los límites de 1967. Las posibles salidas a la guerra de Afganistán y la necesidad de establecer normas comunes de seguridad para las centrales nucleares estarán también sobre la mesa en Deauville.