Afirma que él solo defendió a su país durante la guerra de Bosnia
04 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El ex líder militar serbobosnio Ratko Mladic se escudó en su mala salud para posponer su declaración de culpabilidad o inocencia, pero aprovechó su primera comparecencia para calificar de detestables los cargos de los que lo acusa el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). En su aparición ante los jueces, el exgeneral adoptó actitudes contradictorias, combinando la imagen de un enfermo vulnerable con la del militar orgulloso que demostró seguir siendo.
Al inicio de la vista, Mladic se definió como un hombre «gravemente enfermo», incapaz de haber podido leer y comprender las acusaciones, para lo que dijo necesitar «al menos dos meses». Ante esta negativa, los jueces fijaron una segunda comparecencia para el 4 de julio, en la que el acusado deberá decir si se considera culpable o inocente. De lo contrario, serán los magistrados los que emitan una declaración en su nombre.
Pero una vez finalizado el formalismo, el conocido como el carnicero de Srebrenica retomó la actitud de militar orgulloso y autoritario, permitiéndose calificar de detestables unas acusaciones que, en su opinión, contienen «palabras monstruosas», de las que nunca ha oído hablar. Rechazando implícitamente con esas palabras los cargos, Mladic aseguró que durante la guerra de Bosnia defendió a su país, algo que también dijo hacer en el actual juicio.
«Defendí a mi país y no maté ni a croatas ni a musulmanes. Quiero vivir para ver que soy un hombre libre y estoy defendiendo a mi país y a mi gente y no a Ratko Mladic», declaró casi al final de la audiencia.
Su carácter de militar acostumbrado a mandar también salió a relucir cuando denunció que lo «irrita ser ayudado para andar, como si fuese un ciego», por lo que exigió ser asistido únicamente cuando lo solicite. «Soy el general Mladic y todo el mundo sabe quién soy», clamó en la sala con una actitud altanera que eclipsó por un momento la del exgeneral envejecido incapaz de afrontar el volumen de información presentado por la Fiscalía.
En la vista de ayer se pudo entrever que Mladic intentará retrasar al máximo la marcha de su juicio, imitando la estrategia del ex cabecilla serbobosnio Radovan Karadzic, que desde el 2008 está siendo juzgado casi por los mismos cargos. La marcha del juicio se verá previsiblemente también obstaculizada por su estado de salud, de la cual no se han conocido detalles porque el exgeneral habló de ello en sesión privada, en la que se cierra el acceso al público.
El aspecto físico de Mladic durante esta primera comparecencia reflejaba a un hombre envejecido, pero lúcido y sin signos aparentes de no poder afrontar el juicio, tal y como mantuvo su abogado en Belgrado.