Huyendo de los extremos

R. M. lima / afp

INTERNACIONAL

05 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Tiene a sus espaldas un levantamiento militar contra Fujimori, una asonada contra Alejandro Toledo y ha expresado admiración por el venezolano Hugo Chávez, asuntos que Ollanta Humala quiere dejar atrás con una nueva imagen de hombre moderado que ha convencido a muchos, pero de la que desconfían sus opositores.

Cuando fue candidato en el 2006, tenía un estilo autoritario y de confrontación. De ese perfil ahora queda poco o casi nada: el ex comandante del Ejército, de 48 años, ha ido hacia el centro, y dice admirar al ex presidente brasileño Lula da Silva.

¿Será Humala el Chávez peruano o será el Lula andino?, se preguntan sus detractores.

Humala es visto por muchos como el mal menor. Es el caso de intelectuales como Vargas Llosa. En el país con mayor crecimiento del PIB en América Latina en la última década, los economistas lo ven como un diablo que quiere tumbar los avances. Él ha jurado que mantendrá el modelo y que un cambio de Constitución solo lo haría con consenso. Su base electoral está en el sur andino, de mayoría indígena.