Los palestinos pedirán su reconocimiento como Estado este viernes.
21 sep 2011 . Actualizado a las 14:41 h.Los palestinos pedirán su reconocimiento como Estado este viernes ante la ONU, casi 20 años después de que la Conferencia de Paz de Madrid instaurara el principio de «paz por territorios», sin haber logrado su soberanía ni Israel su seguridad.
La conferencia de Paz sobre Oriente Medio de Madrid (30 octubre-3 de noviembre) supuso el final de la Primera Intifada de las piedras palestina que había empezado a finales de 1987, pero ni las posteriores negociaciones de paz, ni la Segunda Intifada palestina (septiembre de 2000), dieron una solución al viejo conflicto.
Los temas espinosos pendientes a resolver son: la capitalidad de Jerusalén, el retorno de los palestinos a su tierra (más de 3 millones) o la vuelta a las fronteras de 1967 antes de que Israel ocupara Gaza y Cisjordania incluida la parte este de Jerusalén en la Guerra de los Seis Días.
Acciones de ambas partes han mermado el proceso de paz: los atentados suicidas palestinos de la década de 1990, las operaciones militares israelíes en Gaza, el muro de separación construido por Israel en Cisjordania en la década de 2000 para evitar atentados, y la ampliación de los asentamientos judíos en territorio palestino.
Tras la Conferencia de Madrid empezó secretamente en Oslo, en 1992, el diálogo directo y el 13 de septiembre de 1993, el entonces primer ministro laborista de Israel, Isaac Rabin, y el líder de la OLP, Yaser Arafat, pusieron los primeros cimientos de la paz con la firma en Washington de la Declaración de Principios.
Dicha declaración otorgaría la autonomía para Gaza y Jericó el 4 mayo de 1994, y el 24 de septiembre de 1995 se firmaría otro acuerdo interino para la ampliación de autonomía a Cisjordania, a día de hoy bajo ocupación.
Todo ello debía conducir a la firma de la paz definitiva entre Israel y los palestinos en mayo de 1999.
El asesinato de Rabin (4 noviembre 1995) por un extremista de la derecha israelí, Igal Amir, asestó un duro golpe al proceso.
Bajo la presión del presidente Clinton, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y Arafat firmaron el 23 de octubre de 1998 el Acuerdo de Wye Plantation (EEUU) que incluía una nueva retirada israelí de Cisjordania (un 13,1 por ciento) a cambio de que los palestinos aplicaran unas drásticas medidas de seguridad para cortar el terrorismo de Hamás.
Al año siguiente, Arafat y el primer ministro israelí, Ehud Barak, firman en Sharm el Sheij el 4 de septiembre de 1999 la aplicación «corregida» del acuerdo de Wye Plantation, para alcanzar un acuerdo marco en febrero de 2000, con vistas a un tratado definitivo de paz en septiembre de ese año.
El primer ministro israelí, Ehud Barak, y Arafat se reunieron en Camp David entre el 11 y el 25 de julio de 2000, con la mediación de Clinton, sin lograr un acuerdo ante sus discrepancias sobre la soberanía de Jerusalén.
La segunda «Intifada» palestina estalló el 28 de septiembre de 2000, tras la visita del entonces líder de la oposición israelí, Ariel Sharon, a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, y el fracaso de la vía negociadora.
Palestinos e israelíes se reunieron entre el 21 y 27 de enero de 2001 en el balneario egipcio de Taba en un intento por alcanzar un acuerdo sobre la propuesta de paz efectuada por Clinton en Camp David en julio de 2000, pero la cumbre fracasó.
El primer ministro israelí, Ehud Barak, afirmó días después que en Taba «se vieron los contornos de la paz».
Otros intentos pero sin resultados tuvieron lugar de nuevo en Taba (Egipto) en 2001 que fracasó tras agudizarse la violencia y la cumbre de Annápolis (2007) presidida por George W.Bush pero ya sin la presencia de Arafat que había fallecido en 2004 y fue sustituido por Mahmud Abas.
Entretanto, el 6 de febrero de 2001 Israel había llevado a la práctica el plan de desconexión de Gaza, del entonces primer ministro Ariel Sharón, con el desmantelamiento de los asentamientos.
Pero Gaza vive sometida al bloqueo israelí desde junio de 2007.
El 3 de septiembre de 2010, bajo la mediación del presidente estadounidense, Barack Obama, comenzaron de nuevo negociaciones directas, pero fracasaron porque Israel continuó con la construcción de las colonias en territorio palestino.